La recuperación del Monte Alentejano de São Lourenço do Barrocal, Eduardo Souto de Moura

El Premio Pritzker 2011 supervisa el rejuvenecimiento de la finca de São Lourenço do Barrocal, una granja agrícola convertida en hotel de lujo

Vista aérea de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

En la región portuguesa de Alentejo, a los pies de la aldea medieval de Monsaraz, la finca de San Lorenzo de Barrocal se extiende a lo largo de 780 hectáreas donde los olivares, viñedos y encinas que las pueblan antaño fueron explotados por los campesinos que habitaban el Monte. Este conjunto edificatorio, formado por siete grandes pabellones que se organizan en torno a una calle central, llegó a estar ocupado por 50 familias durante todo el año para la producción de cereales, verduras y vino. El descendiente de una de esas familias que han habitado durante más de 200 años el monte alentejano, José Antonio Uva, decide revitalizarlo como un lugar donde los huéspedes pudieran sentirse como en casa, como en el hogar que él conoció desde niño.

Exterior de los edificios de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Exterior de los edificios San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Exterior de los edificios San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Aunque la arquitectura de este poblado agrícola se remonta al siglo XIX, la región fue habitada desde el Neolítico (como demuestran los dólmenes y menhires que afloran en el paisaje circundante), por lo que la intervención desarrollada por el arquitecto Eduardo Souto de Moura supone una auténtica inmersión en la historia y un desafío para lograr que en el nuevo uso de hotel perviva el carácter original del lugar.

Planta general de la finca de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Planta general de la finca de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

El punto de partida del proyecto será comprender el conjunto, además de como una casa, como un pueblo con su propia organización de espacios públicos y privados, es decir, analizar la naturaleza urbana que coexiste junto al carácter rural del sitio. De esta manera, podemos apreciar que el poblado se estructura en dos conjuntos principales, el Norte y el Sur, formados por 2 y 5 edificios respectivamente, en los que las transiciones entre unos y otros se realizan a través de pórticos, calles y patios de distintos tamaños.

Umbrales de los edificios de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Umbrales de los edificios de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Umbrales de los edificios de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

En este pequeño universo convivían usos muy diferentes, como oficinas, almacenes de herramientas, casas, pajareras, porquerizas, perreras, plaza de toros, etc., por lo que uno de los aspectos claves del proyecto sería la búsqueda de la compatibilidad de usos más adecuada para el nuevo programa de hotel. En función de los tamaños de las estancias de la granja, así  como de las interrelaciones entre ellas, las antiguas dependencias se convierten en 22 habitaciones, 16 casitas, bar y restaurante, bodega, tienda, establos, spa, estudio y sala de juegos. De esta manera, Eduardo Souto de Moura apuesta por preservar el patrimonio a través de su uso, generando una nueva realidad cotidiana y natural a partir de la mínima intervención sobre la arquitectura preexistente de piedra y bóvedas encaladas.

Piscina en San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Piscina en San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Detalle de piscina en San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

En la zona sur, la finca se abre hacia la naturaleza y la atrapa en forma de huerto, donde una gran piscina al aire libre nos recuerda el agua de la famosa presa de Alqueva. El estanque se resuelve cuidando al máximo los detalles de diseño para intensificar el vínculo con la historia antigua de la finca, respetando los afloramientos de granito o barrocales que dan nombre a la zona.

Interior de un edificio de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Interior de un edificio de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Escalera en un edificio de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

El diseño del interiorismo, llevado a cabo por Anahory Almeida, se centra en la evocación y el recuerdo del pasado rural para que los invitados se sientan como en casa. Este ambiente hogareño se consigue con la elección de unos materiales de acabado con tonos suaves y cálidos, así como un mobiliario que combina los antiguos utensilios de la granja con nuevos objetos realizados en materiales naturales como madera, mimbre o esparto. Dentro del poblado, los visitantes ya no son desconocidos, son vecinos que viven, durante un tiempo, en comunidad.

Salón para huéspedes en San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Salón para huéspedes en San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Dormitorio para huéspedes en San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Vistas desde los edificios de San Lorenzo de Barrocal, Eduardo Souto de Moura

Imágenes: vista aérea de Barrocal, fotografías de Nelson Garrido