Arte urbano para luchar contra la contaminación. Materiales por la sostenibilidadEl artista internacional Iena Cruz pinta un gran mural en un centro de secundaria italiano con pintura ecológica. Un trabajo interdisciplinar sobre la emergencia climática y la sostenibilidad medioambiental en el que, además, participaron 400 alumnos
El artista milanés Federico Massa, conocido internacionalmente como Iena Cruz, trabajó en el municipio de Madonna dell'Olmo, provincia de Cuneo (Italia), en un mural de 350 metros cuadrados sobre la fachada del instituto Oltrestura realizado integramente con Airlite. Iena Cruz, realizó anteriormente en la ciudad de Roma la obra Hunting Pollution, el mural ecosostenible más grande de Europa con más de 1.000 metros cuadrados, al que se considera el pulmón verde de la ciudad.
El proyecto fue inaugurado el pasado 29 de Mayo, un trabajo interdisciplinar sobre la emergencia climática y la sostenibilidad medioambiental. En él participaron 400 alumnos del centro de secundaria junto con sus profesores, consiguiendo una obra que confirma la alianza entre arte urbano y la ecopintura anticontaminante Airlite, y sirve para el desarrollo del compromiso entre la cultura y el medio ambiente.
Airlite es una pintura ecológica que purifica el aire de la misma manera que los bosques. Cada metro cuadrado pintado equivale a plantar la misma superficie de árboles. Roma, Londres, Ámsterdam o Ciudad de México son algunos de los lugares del mundo donde lucen murales en los que se ha usado esta pintura: 20.000 metros cuadrados de murales pintados que equivalen a 20.000 metros cuadrados de árboles y eliminan al día la contaminación de 4.100 coches de gasolina Euro 6.
Su tecnología natural no precisa sustancias químicas ni biocidas. Solo con la luz y la presencia de humedad en el aire se crea una barrera de oxidantes que descompone las sustancias orgánicas nocivas y las transforma en sustancias inofensivas. Su capacidad de reducir los contaminantes tóxicos del aire, como los óxidos de nitrógeno (NOx), puede eliminar hasta el 88,8% de la contaminación exterior. Además de la contaminación química elimina también coronavirus y otros virus, bacterias y mohos, tanto en exterior como en el interior, contribuyendo a mejorar la calidad del aire que respiramos.
