studioMilou architecture / © Fotos Fernando Javier UrquijoEl mercado “Carreau du Temple” abrió sus puertas de nuevo en 2014, uno de los pocos edificios emblemáticos, aún en pie, de la arquitectura metálica parisina de finales del siglo XIX. Una exhaustiva restauración a cargo de los arquitectos de “studioMilou architecture” que ha devuelto a la vida este importante mercado cubierto patrimonio del barrio Haut-Marais.
Construido en 1863 para reemplazar a los viejos pabellones de madera que allí se situaban era un mercado de tejidos, seda, alfombras, ropa y accesorios de moda que inspiró a escritores franceses del siglo XIX que lo usaban como escenario de sus intrigas. En uso durante un siglo, a partir de 1970 las actividades comerciales fueron decayendo, se salvó de la demolición gracias a una petición ciudadana firmada en 1976.
En 2007 se celebró un concurso entre cinco estudios de arquitectura, studioMilou, dirigido por el arquitecto fundador Jean François Milou, ganó el proyecto de restauración y adaptación para su nuevo uso.
El proyecto de rehabilitación enfatiza la forma arquitectónica pura construida con acero y cristal, uno de los pocos ejemplos que quedan en pie de los muchos que poblaron el París del siglo XIX. Se liberaron los pasillos de redes, conductos y estructuras de servicio, se liberaron las fachadas de los muros de mampostería y se sustituyeron por vidrio, acero y madera para permitir que la luz bañase todos los rincones del edificio, de esta manera se ilumina la estructura metálica interna que luce con máximo esplendor. La estructura actúa como un gran paraguas sobre el espacio público de planta baja.
Se construyeron dos niveles subterráneos que albergan el nuevo programa, el nivel más bajo contiene nuevas instalaciones para el deporte, la danza y un estudio de sonido y grabación. Se libera la planta baja de compartimentaciones altas que entorpezcan la visión de la estructura original histórica, no obstante se dispone un auditorio cerrado dentro de un volumen que deja clara su impronta contemporánea.
Se empleó madera de roble en los interiores para aportar calidez y así hacer que la estructura de acero resaltase en la composición. El edificio cumple con la normativa térmica y acústica en parte gracias a la doble piel de paneles de roble. Además el acristalamiento original se sustituyó por nuevo compuesto por doble acristalamiento mejorando el comportamiento térmico. Materiales y colores fueron elegidos para que coincidiesen con los de la arquitectura y el cielo parisino.
© Fotos Fernando Javier Urquijo
© Planos studioMilou architecture
