Contemplar el paisaje: la arquitectura residencial de Joel SandersEl arquitecto norteamericano Joel Sanders se ha especializado en proyectos de espacios residenciales donde combina arquitectura, diseño de interiores y paisajismo.
Con sede en Nueva York, el despacho Joel Sanders Architect sobresale por sus trabajos en el campo del interiorismo. Algunos de sus proyectos más conocidos son la adecuación de la primera planta de la Galería de Arte de la Universidad de Yale (Louis Kahn, 1953) para la instalación del Media Lounge, o la actuación en el atrio de la Biblioteca Bobst (Philip Johnson, 1968) de la Universidad de Nueva York, con revestimientos de aluminio siguiendo una matriz de píxeles.
En la arquitectura residencial, su trabajo se ha centrado, principalmente, en la renovación y adecuación de espacios, o bien, en la ampliación de edificaciones, como en la vivienda que proyectó John Black Lee en New Canaan, en 1957.
La nueva adición, donde se incluyen el dormitorio principal y el garaje, respeta la edificación existente, manteniendo su conformación original sin alterar. Un muro equipado, que sale hasta el jardín delantero, marca la frontera entre lo conservado y la ampliación, asegurando la intimidad.
La nueva volumetría continúa la línea de techo existente, esta vez recto, frente a la anterior cubierta inclinada, ayudando a diferenciar las dos edificaciones. La alineación con el volumen de la casa remarca el acceso al interior.
La parte central de la ampliación ha sido elevada para introducir luz natural a las zonas húmedas interiores, a la vez que permite contemplar las estrellas desde la cama.
Los espacios de la vivienda existente han sido renovados, conservando sus características originales. Destaca la conexión total con los espacios verdes y jardines contiguos, gracias a su acristalamiento de suelo a techo.
En cuanto a las viviendas de nueva planta, uno de los proyectos icónicos de Joel Sanders es la casa en Monte Merino, en el estado de Nueva York, ubicada sobre una colina con unas espectaculares vistas sobre el río Hudson y las montañas de Catskill.
Exteriormente, la casa se percibe como un plano blanco que se recorta y se pliega para cerrar y proteger cajas y paquetes funcionales revestidos de madera de cedro.
A una cota intermedia, entre el nivel inferior y el superior, se ha dispuesto la piscina. En este lugar, la cubierta, apoyada sobre un llamativo soporte en V, se extiende sobre el espacio exterior, evocando la idea de un toldo de protección.
Uno de los elementos más interesantes de la casa es la estructuración del interior a partir de un espacio a doble altura. Según la descripción del propio arquitecto, la circulación en espiral alrededor de ese espacio busca la visión de panorámicas diferentes, como en un movimiento de cámara cinematográfica.
La relación visual con el exterior y las vistas lejanas del paisaje han sido algunos de los leitmotivs del proyecto. Tanto los espacios interiores como los exteriores, focalizan la mirada enmarcando las principales visuales. Quizás sea el comedor exterior del nivel inferior, el lugar donde mejor se ha conseguido ese efecto.
Fotografías de Peter Aaron
