Edificio Stratus: juego de luces y sombras

Edificio Stratus, diseñado por el estudio Bello y Monterde Arquitectos, se trata de un edificio residencial cuya volumetría se compone de juegos dinámicos de luces y sombras que provocan que su arquitectura cambie de imagen a cada hora del día y de la noche

La propuesta del estudio Bello y Monterde arquitectos para este edificio residencial en esquina surge como resultado de los condicionantes singulares que presenta cada una de sus fachadas.

Vista desde la calle

Las diferentes orientaciones, flujos, tráfico e impactos acústicos conforman distintas volumetrías y soluciones que van desde la aparición de balcones y rehundidos en la cara sur hasta fachadas planas y grandes cristaleras en la cara norte.

Juegos de Volúmenes

Los distintos materiales que componen las fachadas se colocan estratégicamente a modo de estratos que recorren el perímetro y le dan continuidad. Este perímetro se rompe en los vértices con la prolongación de algunos de estos estratos a modo de paneles volados y jardineras que acentúan las diferentes direcciones que conforman la trama urbana en este punto de confluencia.

Textura y color

Lo estratos se componen de paneles de hormigón en dos texturas y tonalidades, contraventanas de resina acrílica perforada y barandillas de vidrio en grandes paños. De día los paneles de hormigón crean un juego de sombras dinámicas que pintan las fachadas de elementos geométricos mientras que cuando cae la noche son los paneles de resina acrílica y su mosaico de perforaciones los que toman el protagonismo.

Vista del acceso

Esto hace que la luz interior de las viviendas se proyecte a través de los orificios componiendo un nuevo alzado de luces pixeladas que se enfatiza mediante la iluminación lineal en los balcones y sobre los locales comerciales.

Zonas comunes

Este juego de luces y sombras, que compone la propia volumetría y la textura de los materiales, se ve implementado con la dinamicidad que ofrecen las distintas posiciones de las grandes contraventanas de resina acrílica.

Mobiliario y luz

Todo ello ofrece la capacidad de que el edificio cambie de imagen a cada hora del día y de la noche y que nunca ofrezca una sola fachada al observador. Además, la inclusión de jardineras colocadas estratégicamente en las fachadas, posibilitan que la vegetación se sume a los materiales inertes para contribuir a este dinamismo temporal.

Acceso a viviendas

En el interior se ha llevado el mismo concepto de diseño a las zonas comunes, de manera que los revestimientos marcan llagas verticales y/o horizontales mediante paneles forrados en distintas texturas que soportan iluminaciones empotradas, iluminaciones lineales en falsos techos, tipografías y elementos de mobiliario y decoración traídos directamente al exterior.

Entorno y trama urbana

Estos son los paneles de hormigón que forran el pilar del portal, los elementos de resina acrílica suspendidos en la pared de entrada donde surge el nombre del edificio solo cuando se ilumina, o las “setas” que decoran el jardín interior de acceso a los ascensores, de hormigón y resina retroiluminada. Todo ello siguiendo el mismo lenguaje empleado en los alzados.

Flujos

Bello y Monterde arquitectos
Fotografías de David Rodriguez