Complementando una construcción que cumple y garantiza las necesidades de la vida cotidiana, el equipo de arquitectos de Tan Yamanouchi & AWGL diseña un proyecto de vivienda que evoca una arquitectura propia de la narrativa ficticia
En el corazón de la ciudad de Tokio, encontramos uno de los más recientes proyectos residenciales de la firma de arquitectura Tan Yamanouchi & AWGL, una vivienda creada para una artista del Manga, su pareja y sus dos mascotas, dos lechuzas.
La casa construida sobre una pequeña parcela de 4,9 metros de ancho y 14,7 metros de profundidad, responde perfectamente a las necesidades y peticiones que su cliente presentó para la definición del proyecto: primero, la casa debía acomodar todo el proceso del trabajo de la artista, desde el concepto creativo hasta la finalización, las reuniones y las entrevistas con los medios. Una necesidad forzada que llegó de la mano de la reciente pandemia COVID-19. En segundo lugar, la casa debía ser compacta y no debe abrirse demasiado al exterior. Y por último y más importante, la casa debía generar inspiración para la creatividad.
El plan general del proyecto fue creado para maximiza la superficie estrecha y alargada de la parcela, mediante una distribución multinivel, con dos plantas en la parte delantera y tres en la parte trasera. El arquitecto reorganizó la secuencia de niveles alternos, creando de esta manera diferentes ambientes que se entrelazan y comunican entre sí.
La fachada oeste, con salida a la calle principal, está diseñada como un muro sísmico combado que evoca la tierra que se eleva dinámicamente desde el suelo, sobre este mismo un túnel conduce a la puerta de entrada de la vivienda. La abertura en la pared sólida invita a los visitantes a salir de lo ordinario y adentrarse en lo extraordinario.
Gracias a un considerable patio de luces, con unas dimensiones de 1,2 metros de ancho, 5,5 metros de altura, así como pequeños ventanales distribuidos en los laterales de la vivienda, se consigue crear un gran contraste entre luz y oscuridad que se extiende por todo el edificio, sin renunciar en ningún momento a la intimidad que el cliente anhela. Una escalera de madera recorre el espacio vacío repleto de luces y sombras formando una composición tridimensional que evoca una narración vivida a través del cuerpo de la vivienda.
Los diferentes espacios y habitaciones se distribuyen de manera natural e intuitiva a lo largo de la casa tal cual se asciende en altura. Ambientes que cumplen con las necesidades del día a día de una familia, mientras inspiran a la imaginación. Un proyecto resultante de contrastes, entre alto/bajo y luz/oscuridad, para proporcionar áreas no cerradas pero definidas, o lo que el arquitecto denomina "estanques y orillas", que permiten un uso sutil y flexible del espacio dentro de una vivienda muy compacta.
Tan Yamanouchi & AWGL
Fotografía de Katsumasa Tanaka