Este viernes terminamos de repasar la obra de Oscar Niemeyer. Uno de los grandes arquitectos del panorama mundial y ganador del premio Pritzker en 1988. Vamos a ver los años de su madurez profesional.
En 1956 el presidente Juscelino Kubitschek le encarga la organización del equipo que tiene que desarrollar la nueva capital, Brasilia. Una actividad que le llevará años y que le permitirá realizar proyectos tan notables como: La Residencia del Presidente de la República ( Palacio de la Alvorada), El Congreso Nacional, La Catedral de Brasilia, El Palacio de Itamaray, La Sede del Tribunal Federal, la sede del gobierno ( Palacio del Planalto) y diversos ministerios y edificios residencial. En años sucesivos sigue trabajando en la nueva capital y diseña también la Universidad de Brasilia.
Un encargo que justifica sobradamente la vida de un arquitecto.
En 1965 un golpe militar auspiciado tempranamente por los Estados Unidos, que en la década siguiente, y a través de la Academia de las Américas, se repetirá en numerosos países latinoamericanos, le obliga a exiliarse a Paris. Son años difíciles en los que proyecta algunas obras como el Pestana Casino Park de Portugal, La Mezquita Estatal de Penang (Malasia)...etc.
Su vuelta a Brasil se produce en los años ochenta, coincidiendo con el final de la dictadura militar. Realiza entonces un numeroso grupo de proyectos como el Memorial JK de Brasilia, La Sede de la televisión Manchette y el Memorial de América Latina, en el que podemos admirar la famosa escultura de la Mano herida de Cristo, de cuya llaga sangra América Latina.
En 1996 construye el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi y poco después se inaugura el Museo Oscar Niemeyer en Curitiba que completará en 2006 con el Centro Cultural Oscar Niemeyer en la ciudad de Golania.
Finalmente , inaugura el año 2006, con casi cincuenta años de retraso, El Museo Nacional Honestino Guimaraes y La Biblioteca Nacional Leonel de Moura Brizola, un auténtico complejo cultural brasileño de grandes proporciones. El año siguiente se termina también el Teatro Popular Niemeyer de Niteroi y el Centro Cultural, que también lleva su nombre, en la ciudad española de Avilés, coincidiendo con el galardón Premio Príncipe de Asturias. Cumple ese año los 100.
Muere el año 2012 en su ciudad natal de Rio de Janeiro a los 104 años, después de una vida profesional fabulosa que cualquiera de nosotros desearía para sí.