S NINE de PMA madhushala. Arquitectura vivaObra del estudio de arquitectura PMA madhushala, el proyecto S NINE ofrece un espacio multifuncional envuelto por una estructura viva. Un proyecto creado como un organismo que puede respirar, mutar y transformarse a través de las estaciones y también a voluntad del usuario final, tanto por su uso como por su expresión
Finalizado durante el año 2022, el proyecto S NINE nace como un espacio de co-working multifuncional en el corazón de Pune (Estado de Maharastra, India). En un contexto donde los nuevos proyectos de espacios comerciales y oficinas apuestan por explotar la viabilidad comercial del desarrollo adoptando una estructura conformista envuelta en una caja de vidrio que no aborda las aspiraciones ni los requisitos del usuario al que se destina.
Un total de 1.596 metros cuadrados de diseño sensible y multifuncional, dan lugar a la obra S NINE, un proyecto de la firma de arquitectura PMA madhushala, capaz de traducir la arquitectura atemporal de la zona a un lenguaje arquitectónico que está arraigado en los lugares y cultura de la ciudad.
En respuesta a la proliferación global de edificios totalmente herméticos, que en países como India pueden no cumplir con las expectativas ni los requisitos de confort de los ocupantes, el proyecto S NINE sugiere una envoltura eficiente y respetuosa con el medio ambiente, perfecta para zonas cálidas y climas semiáridos.
Tradicionalmente, la mayoría de los edificios de Pune tenían maceteros que sobresalían de las fachadas de las edificaciones. Una celebración única de la vida con la naturaleza en espacios de transición como balcones y ventanas. Esta aspiración de traslada al diseño del equipo de PMA madhushala a través de jardineras en la fachada, dando vida al ambiente interno y creando un sentido de pertenencia para el usuario del espacio. Así mismo, la piel natural semipermeable cumple un doble propósito, como jardín vertical y como dispositivo de sombra alrededor del edificio, de manera que se obtiene luz difusa en el interior durante la mayor parte del día y se reduce la ganancia general de calor.
La envolvente utiliza losas de arenisca roja natural de 25 mm de espesor, ensambladas para crear una cuadrícula de jardineras y ventanas. De esta forma, la vegetación se convierte en parte distintiva de la piel del edificio. El espacio vertical de la fachada se divide en módulos de hormigón más pequeños, y sobre cada uno de estos se disponen orgánicamente aletas verticales de piedra con jardineras, las cuales, mediante un sistema de goteo por gravedad, se les suministra abono y agua regularmente.
La división modular facilitó la construcción ya que las aletas de piedra, las barandillas y los tabiques se elaboran a mano in-situ por un equipo local de trabajadores, fomentando de este modo una economía circular y su correspondiente reducción de huella de carbono.
Las aletas de piedra se apoyan únicamente sobre dos largueros metálicos verticales que a través de ellos cuentan con el sistema de suministro y descarga de agua. La retícula de la fachada es independiente de la estructura principal del edificio, lo que permite una amplia flexibilidad en términos de patrón y composición, ofreciendo al edificio la libertad de modificar su expresión arquitectónica general. Este sistema, además, facilita la accesibilidad para el mantenimiento desde cada una de las plantas.
En cuanto a su estructura interior, se adopta un sistema de columnas periféricas; consiguiendo amplias luces dota de flexibilidad a un ambiente destinado para multiples usos y co-working. Adicionalmente, cada planta cuenta con un distribuidor de servicios especial para facilitar la comunicación y servicios.
Para las particiones de espacios privados, como los aseos, y espacios públicos, zonas de trabajo, multiusos, distribuidores y almacenes, se utilizaron losas de piedra basáltica de 20 mm de espesor, logrando una superficie de acabado tras su instalación, ahorrando tanto en espacio como en costes.
Se seleccionó arenisca roja natural india para la piel exterior por sus características clave: absorción de agua, construcción resistente y durabilidad, cualidades superiors a cualquier otro material artificial apto para usos similares. Apostando por una construcción Zero-Waste el dimensionamiesto de la piedra se diseñó para minimizar al máximo el desperdicio de material, aunque los pocos residuos resultantes fueron aprovechados durante la construcción de los suelos de aparcamientos y muros compuestos.
El proyecto S NINE de PMA madhushala, se convierte de esta manera en un pequeño paso hacia la creación de un vecindario urbano ecológico. Una apuesta por una arquitectura sostenible que conecta a las personas con la naturaleza y al mismo tiempo crea un entorno construido visualmente agradable.
Fotografía de Hemant Patil
