El arquitecto y profesor en la universidad de Kyoto Akihisa Hirata, es el encargado de la creación de un increíble complejo residencial en el centro de la ciudad de Tokio. Tree-ness House es un edificio creado bajo conceptos orgánicos donde la línea entre el espacio interior y el exterior se difumina
Ubicado en Toshimaku, una de las pequeñas localidades que conforman la urbe de Tokio, el proyecto Tree-ness House no pasa desapercibido a la vista de ningún transeúnte. La pequeña planta de la parcela, junto a la gran necesidad de espacio por lo que la ciudad es conocida, dan forma a este interesante proyecto que se inspira en la morfología de un árbol para su diseño.
El edificio Tree-ness House es descrito por su creador, el arquitecto y profesor Akihisa Hirata, como una compleja edificación de casas y galerías. De la misma manera que un árbol está integrado orgánicamente por una combinación de partes que tienen diferentes características y funciones, como el tronco, las ramas y las hojas, Akihisa Hirata consigue crear una arquitectura orgánica formada por una combinación jerárquica de diferentes elementos: plantas, aberturas y cajas de hormigón.
Las cajas de hormigón se apilan estratégicamente en tres dimensiones y dan forma a la estructura principal, la cual cuenta con interesantes espacios vacios. Las ventanas, y espacios libres no solo consiguen una gran cantidad de luz natural en el interior de la vivienda y espacios comunes del edificio, sino que dan cabida a un interesante juego entre espacios interiores y exteriores ampliando los límites de la vivienda y de la socialización de sus habitantes.
Mientras que los ambientes y zonas privadas como dormitorios y baños, se encuentran dentro de las cajas de hormigón, el exterior de la caja se convierte en terrazas y jardines con zonas rodeadas de vidrio que funcionan como salones y comedores. Además, detalles como el uso masivo de vegetación sobre interiores minimalistas consiguen la calidez que un pequeño apartamento urbano en Tokio requiere.
Según explica Akihisa Hirata, la intención era crear una arquitectura futurista y salvaje que despierte los instintos animales humanos en la que el interior y el exterior invierten su función dependiendo del momento del día o de la necesidad del momento. Como resultado, vemos como la suma de los espacios al aire libre y los internos dan forma a la totalidad de la edificación y a los espacios de vida, con una sincronia perfecta entre ambientes y una sencilla pero excelente elección de materiales.
Escrito por MariaJosé Sanz desde YOKOHAMA
Fotografía de Vincent Hecht