La igualdad, la inclusión y la sostenibilidad son conceptos que deben verse reflejados en toda ciudad. Calle consciente, un jardín de colores, ubicado en Rionegro, Antioquia, hace parte de la red de proyectos piloto del Laboratorio de Ciudades Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el cual por medio de urbanismo táctico garantiza una mejora en la seguridad vial y la transformación de espacios hostiles en zonas seguras y agradables
La igualdad, la inclusión y la sostenibilidad son conceptos que deben verse reflejados en toda ciudad. Decepciona que aún hoy en día se encuentren muchas calles sin movilidad accesible, en la que los peatones y ciclistas buscan constantemente poder desplazarse sin tropezarse entre ellos, y mucho menos verse afectados por los vehículos; y adicionalmente, que cuenten con las condiciones espaciales necesarias para asegurar la seguridad y el confort durante el recorrido.
Laboratorio de Ciudades Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es una plataforma de innovación, diseño y experimentación, la cual tiene como objetivo el desarrollo urbano sostenible en América Latina y el Caribe, por medio de la generación de prototipos innovadores resultantes de un ejercicio interdisciplinar y comunitario, en el que participan expertos internacionales y actores locales.
El Laboratorio mediante el urbanismo táctico, estrategia de intervención urbana y arquitectónica que por medio de acciones a corto plazo, colaborativas, pedagógicas y de bajo costo, garantiza una mejora en la seguridad vial y la transformación de espacios hostiles en zonas seguras y agradables, respondiendo a los diferentes conflictos en las áreas de intervención.
El Municipio de Rionegro, Antioquia, en el año 2019 inicia a hacer parte de esta red de proyectos piloto. Los estudios de arquitectura Arquiurbano Taller e IAA Studio dan vida a la nominada Calle Consciente, un jardín de colores, la cual por medio del urbanismo táctico soluciona problemáticas de movilidad en el entorno del Hospital Regional San Juan de Dios, área que se había identificado como crítica en cuando a las dificultades entre los diversos agentes.
El proyecto surge de los talleres de creación colaborativa, en los cuales se logró identificar la importancia de la exaltación de la identidad de los habitantes representada en la flor -elemento típico del Oriente Antioqueño- que se plasma a través del color, el arte y la arquitectura. Con el fin de poder representarla versátilmente, se escoge el hexágono como figura geométrica modular que permite configurar una trama en la cual reposan ocho acciones tácticas diferentes.
La primera acción fue la generación de una calle totalmente peatonal que conecta el comercio del sector, generando una sala de espera para el hospital, reemplazando así la vía destinada a parqueaderos que existía previamente. La segunda fue reducir el riesgo de accidentalidad por medio de cuatro cebras para un cruce peatonal seguro. La tercera conecta la bici-estación del hospital al sistema de ciclorrutas de la ciudad a través de la continuación del trazado. La cuarta crea celdas incluyentes, que dentro de la nueva organización del sistema de parqueaderos del sector, garantiza dos espacios para la población con capacidades diferentes.
La quinta acción articula el proyecto al programa de paraderos públicos inteligentes del municipio. La sexta genera diferentes referentes artísticos por medio del módulo hexagonal y las flores creados por artistas locales en zonas específicas. Se plantea un espacio comercial de calidad en lo que fueron parqueaderos como la séptima acción. Por último, la octava dispone una bahía para conectar de forma adecuada y segura el hospital y la intervención con el sistema de transporte público, y además para permitir una zona específica de cargue y descargue.
Calle consciente, un jardín de colores, muestra como pequeñas pero significantes acciones permiten cambiar la calidad de vida de toda una comunidad y la calidad espacial de zonas claves de las ciudades. Asimismo, muestra como la interdisciplinariedad y el trabajo colectivo conciben gestiones de un importante impacto en la población y en el medio ambiente, las cuales pueden nacer con un bajo presupuesto y en poco tiempo, invitándonos a trabajar como sociedad para poder generar grandes cambios.
El proyecto fue promovido a través de un concurso internacional convocado por el BID y cuyos ganadores fueron el equipo del Consorcio Internacional conformado por 3 empresas:
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IAA Studio Architecture / Iván Acevedo Arquitectura (Colombia)
Equipo arquitectura y urbanismo encargado de la dirección del proyecto.
Responsable. Arquitecto superior español y arquitecto colombiano: Iván Darío Acevedo Gómez. -
Mcrit (España)
Equipo especialista en movilidad y transporte.
Responsable: Ingeniero Oriol Biosca. -
Iber-geo Counsulting (España)
Equipo medio ambiente y encargado de la gerencia del consorcio.
Responsable: Judith Muntal.
- Alcaldía de Rionegro (Antioquia), Somos y Edeso.
- Fundación Pintuco y arquiurbano taller.
- Sociólogo Diego Pérez.
Fotografías:
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.