El nuevo campus de LCI Barcelona destaca por su interiorismo que une estética, funcionalidad y confort. Hunter Douglas Architectural contribuyó decisivamente instalando 5.000 m² de techos que mejoran la acústica, la luz y la armonía visual del espacio
En una ciudad que entiende el diseño como forma de vida, el nuevo campus de LCI Barcelona –la escuela internacional de diseño y artes visuales del grupo LCI Education– apuesta por una arquitectura interior que combina sensibilidad estética, funcionalidad técnica y bienestar sensorial. Un reto en el que Hunter Douglas Architectural ha tenido un papel clave, con la instalación de casi 5.000 m² de techos que absorben el sonido, modulan la luz y aportan continuidad visual al conjunto.
El proyecto, a cargo del prestigioso estudio Battleiroig Arquitectura, apuesta por un entorno abierto, flexible y luminoso, alineado con los nuevos modos de aprender, crear y habitar la ciudad. En coherencia con esta visión, el nuevo campus se inserta con naturalidad en el tejido del 22@, el distrito barcelonés de la innovación, consolidándose como una pieza más en el mapa arquitectónico contemporáneo de la ciudad.
Confort y ritmo: techos que organizan el espacio
Barcelona es luz, textura y ritmo urbano. Pero también es ruido, intensidad y superposición de usos. En ese contexto, el diseño acústico se convierte en una herramienta fundamental para garantizar el confort interior sin renunciar a la expresividad espacial.
Los sistemas HeartFelt® Linear y los baffles metálicos Luxalon® V 100 / V 200 instalados por Hunter Douglas Architectural, permiten una absorción acústica eficaz en zonas de alto tránsito como aulas, pasillos, vestíbulos y espacios comunes. Más allá del rendimiento técnico, estas soluciones actúan como elementos que ordenan la circulación, acompañan las transiciones espaciales y refuerzan la atmósfera del conjunto.
En un entorno educativo exigente, dinámico y en transformación constante, los techos no son un remate: son una infraestructura silenciosa que estructura la experiencia, acompaña y amplifica la calidad del tiempo que se pasa en él.
Geometría, integración y detalle
En este proyecto, el techo deja de ser un plano neutro para convertirse en un elemento arquitectónico con presencia propia. La disposición lineal de los sistemas de Hunter Douglas Architectural genera ritmo, continuidad y ligereza visual, acompañando la lógica del edificio sin interferir en su lectura.
La integración de los techos con elementos técnicos como luminarias, climatización o instalaciones eléctricas ha exigido una ejecución de alta precisión, con cortes complejos y múltiples adaptaciones para responder a la geometría del espacio sin comprometer la limpieza formal del conjunto.
“Diseñar un espacio educativo hoy exige ir más allá de lo funcional. Se trata de crear lugares que inspiren, que inviten a quedarse y que eleven la experiencia cotidiana del aprendizaje”, señala Francisco Domínguez, Gerente de Ventas de Productos Arquitectónicos de Hunter Douglas España.
HeartFelt® y Luxalon®: funciones distintas, lenguaje común
Para responder a la complejidad espacial y funcional del campus, el proyecto integra dos soluciones desarrolladas por Hunter Douglas Architectural: HeartFelt® Linear, con base textil, y baffles metálicos Luxalon® V 100 / V 200. Lejos de competir entre sí, ambos sistemas conviven y se complementan, aportando matices distintos a cada zona del edificio.
HeartFelt®, con su acabado mate y su perfil blando, introduce una dimensión táctil y visual que suaviza el espacio sin perder rigor formal. Su linealidad ordena la perspectiva y genera una atmósfera serena, especialmente en zonas de mayor permanencia como aulas y espacios de concentración. Su comportamiento acústico y su estética contenida lo convierten en una herramienta especialmente eficaz para este tipo de contextos.
Los baffles metálicos Luxalon® V 100 / V 200, en cambio, se despliegan en zonas de mayor altura o con requerimientos técnicos específicos. Su solidez estructural los convierte en la solución ideal para superficies amplias, facilitando además la integración de sistemas auxiliares. Su diseño modular ofrece libertad compositiva sin renunciar a la claridad geométrica, manteniendo una lectura arquitectónica unitaria en todo el conjunto.
Materiales con visión de futuro
La elección de materiales responde también a una visión de futuro. El sistema HeartFelt®, fabricado con fieltro termoformado reciclable y certificado Cradle to Cradle Certified® Bronze, contribuye al confort acústico y térmico al tiempo que aporta una textura cálida y visualmente envolvente.
Los baffles metálicos Luxalon® V 100 / V 200, por su parte, ofrecen alta durabilidad, resistencia al fuego y facilidad de mantenimiento, además de la posibilidad de desmontaje y reutilización. Esta combinación de rendimiento técnico, eficiencia ambiental y adaptabilidad convierte a las soluciones de Hunter Douglas Architectural en aliadas naturales de la arquitectura responsable. Además, estos bafles también cuentan con el certificado Cradle to Cradle Certified® Bronze.
Hunter Douglas Architectural transforma LCI Barcelona con techos HeartFelt® y Luxalon®









