Un aeropuerto con una estética acogedora y representativa del lugar, un diseño sencillo de gran impacto de los arquitectos McFarlane Biggar Architects + Designers.
Un aeropuerto con casi un siglo de historia, incluyendo su parte protagonista en la Segunda Guerra Mundial, un aeropuerto que ha ido evolucionando y adaptándose al momento y a la sociedad, con ampliaciones arquitectónicas y nuevas destinaciones, hasta el estado actual en el que su remodelación ha sido llevada a cabo por el estudio de arquitectura y diseño canadiense McFarlane Biggar Architects + Designers. Un estudio que trabaja con un amplio equipo que desarrolla proyectos de arquitectura e interiorismo al completo, tanto proyectos de grandes dimensiones, como este aeropuerto, a galerías a de arte y viviendas.
Debido al desarrollo social del lugar a lo largo de los años y la previsión que esperan en los próximos 15 años de llegar a doblar la población en el lugar y su consecuente incremento de uso, se propuso a los arquitectos sustituir la terminal con un edificio más grande y que estuviese en armonía con el paisaje natural que lo rodea.
El resultado, un aeropuerto que abarca cerca de 15.000 metros cuadrados divididos en tres plantas diferentes. Iluminación exterior con tecnología LED de color variable entre azul y blanco con la que los pasajeros que aterrizan aprecian una especie de aurora boreal brilla a través del bosque. Dentro encontramos una estructura con vigas de madera estratificada y muros recubiertos con paneles de madera laminada compuestos por una mezcla de pícea, pino y abeto, creando un ambiente acogedor lleno de calidez que inspira un típico chalet de esquí de la zona. Paneles de chapa de madera de roble corren horizontalmente a través de paredes, mobiliario de información y Check-in envuelto en blanco que contrasta con el negro sólido sobre vinilos y acero del resto de mobiliario auxiliar y detalles de la terminal. Para el pavimento se eligió un terrazo, un material resistente y de matiz natural que refleja el suave resplandor del sol a través de los grandes ventanales enmarcados con perfilería de aluminio negro.
Sus principales innovaciones incluyen el análisis de costes realizado para rentabilizar el proyecto, integración tecnológica utilizada como elemento de diseño expresivo y didáctico, y una contribución a través de la estética interior a la identidad comunitaria.
Superficie: 15.000 m²
Año: 2014
Arquitectos: McFarlane Biggar Architects + Designers
Situación: Fort McMurray , Alberta (Canadá)