Arquitectura, color y percepción visual. Heladería BrandoEl proyecto Heladería Brando, un proyecto llevado a cabo por la firma de arquitectura europea SOLAR y la arquitecta Marta Jarabo, investiga la relación entre la percepción visual y el fenómeno del color, con el objetivo de desarrollar un nuevo modelo comercial donde el consumo se entiende como una experiencia espacial
Ubicado en el centro histórico de la ciudad de Madrid, encontramos la Heladería Brando, obra del estudio de arquitectura SOLAR junto a la arquitecta Marta Jarabo. Un proyecto que se basa en tres premisas fundamentales: un presupuesto reducido, el desarrollo de una imagen reconocible y un tiempo de ejecución limitado.
Con estos puntos de partida, se propone la creación de un paisaje artificial donde la percepción de la escala se desdibuja mediante el acertado uso del color. Esta estrategia responde a una economía de medios como manifiesto ecológico, evitando derribos para minimizar la generación de residuos al tiempo que permite unificar el espacio y hacer visibles las diferentes capas históricas del local, aportando de esta manera riqueza visual, atractivo y valor al espacio arquitectónico comercial.
El espacio se organiza en dos bandas paralelas separadas por una pieza recubierta de espuma de poliuretano proyectado que se adapta a las necesidades del programa, actuando a su vez como mostrador, barra y encimera, y que dota al espacio residual de la máxima flexibilidad. Junto a los grandes ventanales, sencillas barras hacen las veces de mesas de servicio para los clientes, una opción de diseño que no resta superficie útil al local y amplía las posibilidades del espacio.
Un azul Klein es el color elegido para envolver la mayor parte de la superficie del local comercial, telón de fondo para la amplia y colorida selección de helados que ofrece Brando. Un imponente color que contrasta con la gran luminaria circular amarilla, realizada en tejido tensado, que se erige como elemento central del espacio y es foco de atención desde el exterior.
Estos dos colores consiguen marcar profusamente los colores corporativos, de manera que sean impregnados fácilmente en la mente de los clientes así como de los transeúntes. Además, gracias a la variación cromática natural a lo largo del día, esta paleta de colores es capaz de dotar al local de múltiples cualidades físicas y psicoemocionales.
Marta Jarabo
Fotografía de Imagen Subliminal
