Fotografía de Mauricio Carvajal, Anderson Serna e Isaac RamírezEl Centro de Desarrollo Infantil Casas del Mar es construido por Taller Síntesis Arquitectura y Urbanismo, los cuales al aplicar diferentes operaciones de diseño, logran convertir una serie de volúmenes en diferentes áreas de ensueño, para aproximadamente 300 infantes que viven en condiciones vulnerables en la periferia urbana del Municipio de Río Negro, y en un gran espacio social y formativo que le permite a la comunidad del barrio aumentar su sentido de apropiación y su calidad de vida
La arquitectura es un arte. Poder hacer del juego de volúmenes y de llenos y vacíos, espacios útiles, pero sobre todo, experiencias y sensaciones, para transmitir nociones y nuevas percepciones de la realidad. El Centro de Desarrollo Infantil -CDI- Casas del Mar es un claro ejemplo de esto. Los arquitectos de Taller Síntesis Arquitectura y Urbanismo saben convertir una serie de volúmenes, a los cuales se les ha aplicado la estereotomía y la adición -operaciones de diseño-, en áreas de ensueño para aproximadamente 300 infantes que viven en condiciones vulnerables en la periferia urbana del Municipio de Río Negro, Antioquia.
Con el fin de aumentar la calidad de vida de la comunidad del Barrio Casas del Mar, las fundaciones Fraternidad Medellín y Las Golondrinas, junto con la Alcaldía Municipal, se unen para ejecutar el proyecto de 2.332 metros cuadrados en el 2017. Taller Síntesis hace de la edificación un espacio funcional y atractivo, acomodándose a las necesidades y a la escala del usuario, lo cual es uno de los retos con el que solemos enfrentarnos los arquitectos cuando nos sentamos lápiz en mano afrontando el vacío intimidante del papel en blanco, aspirando llenarlo de bocetos con sentido.
El centro de desarrollo se compone principalmente por una serie de recintos y vanos distribuidos a lo largo del segundo y tercer piso, en donde las zonas para la realización de actividades -aulas, enfermería, administración, salas, entre otras- se concentran en contenedores cerrados con vistas a jardines externos y a circulaciones abiertas. En la planta baja, por el contrario, se encuentra una tipología muy diferente, pues se distribuye en dos alas, una principalmente de servicios hacia el costado izquierdo, y otra hacia el derecho, que contiene dos amplios espacios un poco más abiertos -el comedor y la sala múltiple-.
La iluminación natural es un factor relevante en el proyecto, y se capta a través de los amplios patios y de las múltiples ventanas, naciendo de la masa extraída de lo que parecen grandes cuerpos de concreto, generando nichos. Dentro los mismos las niñas y los niños pueden jugar, leer, o simplemente descubrir nuevas formas de imaginación al contemplar el paisaje. Estas extracciones permiten la conexión del usuario con la naturaleza y generan un nuevo contraste: interior y exterior, que surge del juego entre el lleno y el vacío.
La topografía también tiene un papel importante, pues la edificación se encuentra en una marcada pendiente junto al río, lo que permite jugar con las visuales y con la percepción que tiene el usuario del conjunto. Para responder al lote, el primer nivel se escalona respecto a los otros dos, generando una fachada de gesto más marcado hacia el río, a diferencia de la cara que da hacia el barrio, pues el único piso se camufla con la altura de las edificaciones del contexto.
El proyecto CDI Casas del Mar es un ingenioso juego de contrastes: lleno y vacío, interior y exterior, recintos cerrados de permanencia rodeados de amplios pasillos abiertos, concreto y colores, envolventes sólidas con interiores porosos, fachadas prominentes y ocultas, entre otros; contrastes que desembocan en la conformación de un gran espacio social y formativo, permitiendo a la comunidad del barrio Casas del Mar aumentar su sentido de apropiación y la calidad de vida.
Taller Síntesis Arquitectura y Urbanismo
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.
Fotografías de Mauricio Carvajal, Anderson Serna e Isaac Ramírez
