El estudio madrileño Moneo Brock apuesta por la convivencia entre tradición y modernidad en su nuevo hotel Kimpton Las Mercedes, situado en pleno casco histórico de Santo Domingo, República Dominicana, creando una arquitectura contemporánea respetuosa con el rico patrimonio que rodea el complejo
El proyecto, un complejo de proyecto hotelero situado en una parcela de 3.680 m2, con 3.890 m2 bajo rasante y 6.360 m2 sobre rasante, aprovechando la topografía del lugar, restaura un conjunto de edificios históricos, entre los que se incluyen dos edificios del siglo XVIII con sus respectivos patios, a los que añade otra serie de volúmenes de nueva creación, que albergan un total de 130 habitaciones, espacios para eventos, restaurantes, una sala de reuniones y un salón de celebraciones, además de una terraza superior con piscina, gimnasio y bar, que ofrece a los huéspedes increíbles vistas del mar y el casco histórico de la ciudad.
El conjunto se organiza en torno a un patio central de uno de los edificios preservados, que se amplía con un nuevo volumen de dos plantas, donde se conserva el arbolado y la vegetación existente, abierto a todos los públicos.
En la planta superior se abren galerías que abiertas conducen a las habitaciones, las cuales favorecen ventilación cruzada, ofreciendo a su vez protección respecto de la lluvia y del sol.
El mismo concepto se repite en los nuevos volúmenes, en los que se utiliza un lenguaje contemporáneo, los cuales quedan retranqueados respecto a la calle, no alterando de este modo la escala y tipología arquitectónica del barrio.
Las nuevas galerías optan en este caso por lamas verdes horizontales instaladas en las estructuras de madera, que armonizan con la vegetación que puebla cada uno del total de los 9 patios con los que cuenta el hotel.
Cada habitación dispone en la fachada opuesta al acceso de pequeñas terrazas que permiten a los huéspedes disfrutar del aire libre en un entorno más privado.
La selección de materiales se realiza buscando la sostenibilidad, con productos de proximidad como los suelos de travertino local, y la creación de ambientes neutros y relajados, con una paleta de tonos cálidos y texturas lisas, rota tan sólo con algunos elementos decorativos que aportan algunas notas de color.
Esa misma sostenibilidad se consigue con el control solar de los huecos de las habitaciones comentado, que garantizan un mínimo gasto energético, cubierto en parte con la disposición de paneles solares en la cubierta y con el sistema de climatización con geotermia. Asimismo, ésta incluye un sistema de recogida del agua de lluvia para su aprovechamiento.
Arquitectura hotelera contemporánea respetuosa con el patrimonio









