Arquitectura Zero Waste. Vivienda sostenible OCM House de Studio Jackson Scott En un país donde los precios en la construcción se encuentran entre los más altos del mundo, la eficiencia puede ser una gran ayuda a la hora de reducir sustancialmente el presupuesto de un proyecto, ya sea en Australia como en cualquier otro país del mundo. Un atractivo monetario que bien pensado va acompañado de grandes beneficios ambientales.
El arquitecto Scott Jackson, director del estudio de arquitectura Studio Jackson Scott, con sede en Sydney, es el responsable del diseño de la vivienda OCM House en Byron Shire, Nueva Gales del Sur (Australia). Una casa familiar de una sola planta creada con la idea de conseguir ahorros y beneficios globales en el proyecto, dando como resultado una casa construida con tendencia Zero Waste (mínimo desperdicio).
El edificio dispone de un diseño de planta simple y rectilíneo, con la longitud y el ancho específicamente pensados para adaptarse a las dimensiones del material de revestimiento.
El cliente del proyecto es un comercial especializado en comida mexicana, el cual heredó la parcela de 500 metros cuadrados después del fallecimiento de su padre, y decidió que sería un lugar perfecto para construir una casa donde algún día podría formar una familia. Su idea era crear un hogar sencillo y cómodo con líneas agradables y materiales modestos; pilares básicos que marcaron la tendencia del diseño.
Jackson eligió revestir la casa con fibrocemento, ya que este material ofrece beneficios sostenibles y económicos, pero también porque es fácil de instalar y le da al edificio una apariencia liviana. El tamaño de un panel estándar de fibrocemento definió las proporciones de la edificación.
Se agregaron listones de madera de producción local a la fachada para proteger las juntas entre las láminas de fibrocemento, las cuales se pintaron de negro para que coincidieran con el revestimiento, creando un patrón geométrico decorativo, el mismo que define el tamaño y la ubicación de las ventanas.
El revestimiento oscuro contrasta con el uso generoso de la madera que recubre las paredes, la cubierta, el techo de la terraza e interiores de la casa.
En el interior de la vivienda, el diseñador crea una clara división entre áreas comunes y áreas privadas distribuidas en un total de 97 metros cuadrados de superficie. Una espacio con sala de estar y comedor con cocina de planta abierta se sitúa directamente detrás de la terraza. Esta sala tiene una mezcla de puertas acristaladas y sólidas, por lo que los ocupantes pueden variar el grado de apertura y transparencia que deseen. Y en el otro extremo de la casa, tres habitaciones dobles de tamaño uniforme se encuentran junto a un baño individual y un aseo/lavadero.
La decoración interior se mantiene simple, el pavimento de hormigón pulido es el protagonista en todo el edificio y se suaviza con alfombras y textiles de tonos oscuros.
Los muebles de madera combinan con los acabados interiores, especialmente en la cocina, la cual también cuenta con azulejos negros que combinan con el revestimiento exterior de la edificación, como el baño que ha sido pintado en un tono oscuro similar.
El reto era construir este edificio asegurándose de que la intención del diseño se mantuviese firme, mientras que los detalles y métodos de construcción permaneciesen lo más simples y sostenibles posibles. Un proyecto que ha sido viable teniendo en cuenta todos los detalles dimensionales y el uso de materiales de origen local que ayudan a reducir la huella de carbono, al mismo tiempo que ofrecen a la vivienda una sensación de hogar y pertenencia al lugar.
Fotografía, Ryan Jellyman.
Me parece perfecto que existan empresas que se comprometen con el medio ambiente. Hace poco descubrí una empresa que se llama Gilsa que se preocupa por cuidar el medio ambiente y por brindar materiales de calidad y exclusivos y me parece que deberían existir más así