Para inicio de esta década unos dos millones de carros circulaban por la ciudad, ocasionando un elevado número de accidentes de tránsito y una seguridad vial bastante baja. Con las diferentes intervenciones plateadas en el Plan de Ordenamiento Territorial Bogotá Reverdece, donde los barrios vitales cumplen un papel fundamental, la capital colombiana podrá cambiar completamente su imagen y sus dinámicas, permitiéndole a los ciudadanos disfrutar de espacios verdes y seguros, generando una mayor apropiación urbana y una mayor calidad de vida
Bogotá es una metrópoli llena de riqueza cultural, pero con diferentes problemáticas donde la inseguridad, la contaminación, la poca accesibilidad y la movilidad son una de las principales. Estas requieren de varios factores para resolverse, entre los que el urbanismo cumple un papel protagónico, pues permite dinámicas diferentes en la ciudad y entre sus habitantes, mejorando la calidad de vida mediante pequeñas intervenciones.
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Fotografía de Banco Mundial
Gracias a la articulación de la Secretaría Distrital de Movilidad con otros agentes distritales y diferentes organizaciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial, se plantean los barrios vitales como uno de los proyectos integrales del Plan de Ordenamiento Territorial –POT- Bogotá Reverdece una estrategia que busca que el espacio público que antes le pertenecía al vehículo -el gran protagonista actual urbano- se convierta en área destinada a los medios de transporte sostenibles -peatón y bicicleta-, al cuidado, a la reactivación económica, al reverdecimiento y al encuentro, apostando a su vez, por el aumento de la seguridad y la mejora ambiental.
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Lo anterior se logra a través de diferentes intervenciones de urbanismo táctico y de infraestructura. Se generan espacios dinámicos donde confluyen el sector comercial, la cultura y los servicios. Se reorganiza el espacio público y se distribuye en diferentes áreas. Las zonas peatonales identificadas con el color naranja, amarillo y verde son espacios seguros para el peatón y accesibles para toda la población, promoviendo el encuentro, la apropiación y el disfrute. La circulación vehicular es de baja velocidad para garantizar la seguridad vial. Las zonas de estacionamiento temporal que se delimitan con una franja blanca y el símbolo "P" son pensadas como lugares de parqueo por algunos minutos para las gestiones cortas –se complementan con parqueaderos normales localizados estratégicamente-. Las zonas de carga y descarga demarcadas por un recuadro naranja son de uso temporal para que todos los comercios y bodegas del sector puedan beneficiarse de ellas. Por último, las zonas de uso flexible pintadas con círculos azules se convierten en extensiones del andén y demarcan el ingreso a los predios.
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
El barrio San Felipe fue el proyecto piloto de un ambicioso plan. En el momento se trabajan otras cuatro localizaciones, de las 33 en total, en zonas icónicas y vulnerables: El Porvenir, San Blas-20 de Julio, Las Cruces-San Bernardo (en el que también se busca proteger su riqueza cultural y patrimonio histórico) y San Carlos. Con el desarrollo de los barrios vitales, junto con las demás estrategias del POT, se busca aumentar más de un metro cuadrado de espacio público efectivo por habitante, pasando de 4,62 metros cuadrados actuales a 6 metros cuadrados. Asimismo, se hace posible el planteamiento de Bogotá 30 minutos, la apuesta de la ciudad en la que se quiere acercar los servicios más frecuentados a la población.
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Fotografía de Banco Mundial
Como referentes se tomaron las supermanzanas de Barcelona y los Low Traffic Neighborhoods –barrios de tránsito bajo- de Londres. Éstos son zonas urbanas en donde se prioriza al peatón, disminuyendo la velocidad y la concurrencia de automóviles, aumentando la vegetación e interviniendo con urbanismo táctico.
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Para inicio de esta década unos dos millones de carros circulaban por la ciudad, ocasionando un elevado número de accidentes de tránsito y una seguridad vial bastante baja. Con las diferentes intervenciones urbanas, donde los barrios vitales cumplen un papel fundamental, la capital colombiana podrá cambiar completamente su imagen y sus dinámicas, permitiéndole a los ciudadanos disfrutar de espacios verdes y seguros, generando una mayor apropiación urbana y una mayor calidad de vida.
Fotografía de Secretaría Distrital de Movilidad
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.
Fotografías de Banco Mundial, Secretaría Distrital de Movilidad