Durante treinta años, el arquitecto francés Georges Adilon trabajó en los centros educativos de los Padres Maristas Sainte-Marie, en Lyon, generando una amalgama de edificaciones construidas en hormigón y de influencias brutalistas.
Desde el campo de las Bellas Artes, Georges Adilon (1928-2009) desarrolló una carrera diversificada entre su dedicación a la pintura y sus proyectos arquitectónicos. La obra plástica de Adilon tendió hacia la abstracción, caracterizada en su última etapa, por la imposición de unos fuertes condicionantes: el uso de laca negra sobre papel offset ARJOMARI de 170 gr y dimensión 92x130 cm.
Fotografía de Musée des Beaux-Arts de Lyon
Inició su obra arquitectónica en la década de 1960, fusionando espacio y forma, obteniendo como resultado unas edificaciones de marcado carácter escultórico donde experimentó con las posibilidades maleables del hormigón. Sus primeros proyectos se centraron, fundamentalmente, en la arquitectura residencial.
Fotografías de Blaise Adilon
Uno de los proyectos que marcó su carrera fue, en 1966, el encargo recibido del Padre Marista Marc Perrot para ampliar los centros educativos Sainte Marie de Lyon. A lo largo de treinta años intervino en los centros de Saint Paul y La Solitude, en la colina de Fourvière, así como en La Verpillière (Nord-Isère).
Fotografías de Frac Centre-Val de Loire
Para los Padres Maristas construiría edificios escolares, deportivos, laboratorios, la capilla, la biblioteca o el salón de actos, a partir de la agrupación de unidades o módulos diferenciados, en muchos casos casi autónomos, recurriendo a la geometría ortogonal en contraste con las formas curvadas.
Fotografías de Frac Centre-Val de Loire
Adilon se refiere a estas edificaciones como cuerpos celulares que rememoran los arquetipos de la cueva o la cabaña. Su posición se adapta a la pendiente del terreno y se entrelaza con la naturaleza próxima, en una fusión con el paisaje circundante.
Fotografías de Sainte-Marie Lyon
Contraviniendo lo establecido y lo convencional, su arquitectura evita las formas rotundas, proponiendo, por el contrario, cuerpos rotos, quebrados y fragmentados, adelantándose a la deconstrucción.
Fotografía de Frac Centre-Val de Loire
Fotografías de Serge Dumonteil
Los cuerpos facetados presentan inclinadas sus caras. Los vanos evitan las formas rectangulares y cuadradas. Las carpinterías prescinden de las líneas paralelas, mientras que barandillas, pasamanos y antepechos se curvan y se ondulan.
Fotografías de Sainte-Marie Lyon
La arquitectura queda filtrada por una visión escultórica que modela los espacios y las formas. La libertad en el uso del hormigón posibilita la creación de elementos fluidos y líneas onduladas, y a la vez, pliegues y aristas vivas.
Fotografía de Serge Dumonteil
Fotografía de Sainte-Marie Lyon
La crudeza del hormigón visto, de clara influencia brutalista, genera una aspecto rocoso y mineral al conjunto. Como piezas apiladas, los distintos niveles de la edificación se superponen como monolitos sin tallar, a penas desbastados, irregulares y deformes.
Fotografías de Stefano Perego
La materialidad se limita al mínimo y, junto al hormigón, sólo se emplea el acero inoxidable y la madera de roble. Frente a esta reducción premeditada, sobresale el revestimiento de paneles de aluminio de la biblioteca, casi una excentricidad dentro de la sobriedad del conjunto.
Fotografía de Serge Dumonteil
Fotografías de Sainte-Marie Lyon
Junto a las edificaciones históricas y de carácter tradicional, las ampliaciones y nuevos añadidos de Georges Adilon producen un cierto punto de extrañeza, un enorme contraste, a veces desconcertante.
Fotografías de Sainte-Marie Lyon
La intervención se recrea en la conformación de espacios de relación entre las nuevas edificaciones, espacios de recreo y encuentro, donde la arquitectura presenta un alto carácter lúdico.
Fotografía de Sainte-Marie Lyon
Fotografía de Serge Dumonteil
Desdibujando el límite entre escultura y arquitectura, los volúmenes de Georges Adilon trascienden la mera funcionalidad y se convierten en una síntesis plástica, una obra total.
Fotografías de Stefano Perego
Fotografía de Serge Dumonteil
Como Max Rolland escribió en la Revue du CAUE 23 (julio 1996): “El diseño parece provenir de un feliz desorden: no hay dos bordes paralelos, ni dos ventanas idénticas, ni dos vigas alineadas; sin embargo, todo parece estar en su lugar. ¿Cómo puede tanta agitación producir tanta calma?”
Fotografías de Musée des Beaux-Arts de Lyon, Blaise Adilon, Frac Centre-Val de Loire, Serge Dumonteil, Stefano Perego y Sainte-Marie Lyon