Jesús Aparicio Guisado (Madrid, 1960) es un arquitecto español. Su trabajo y pensamiento se centran la unión del pensar- enseñar- construir, como un todo. Compagina su labor profesional e investigadora con la docente en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), donde es catedrático de proyectos arquitectónicos
Sólo después de decidir dónde hay que construir una casa se es consciente de la importancia sustancial que tiene decidir el lugar donde se ha de establecer la arquitectura.
El terreno tenía numerosas posibilidades, pero el genius loci susurró al arquitecto que estableciera la casa en un punto. Un lugar tranquilo, con la distancia suficiente a la ciudad para que la casa tuviera la condición que tiene la villa. La distancia necesaria de soledad hace que esta casa reúna las condiciones de villa respecto de la ciudad de Salamanca y de Madrid.
El lugar donde se asienta la casa es la parte más alta de una colina, suave desde su ladera norte y que recae en su ladera sur, con mayor desnivel, hacia la meseta castellana; en un paisaje plano e infinito. La casa siempre se quiso apropiar de este horizonte lejano, para regalárselo a sus habitantes.
La topografía, la biología y la orientación construyen una parte muy importante del espacio de la arquitectura –de ahí la importancia de la elección del lugar- y así lo hacen con esta casa. Su acceso desde la carretera más próxima lleva a través de un camino pedregoso, de tránsito lento y difícil, que serpentea a través de un bosque de encinas, con un claro en él que jalona un recorrido de 700 metros de longitud. Cuando se llega a la parte superior de la colina, hay una zona rocosa desde la que se descubre que la que es una colina en su cara norte, se convierte en su cara sur en un promontorio sobre la meseta.
El resultado edificado es el de una parte baja y sólida, pegada al terreno, perteneciendo a él. Un volumen pétreo, dibujado sólo en sus aristas y difuminado en sus partes intermedias. La textura rugosa de los muros verticales hace que la naturaleza los reconozca como algo propio, al facilitar que los líquenes, los musgos y las plantas del lugar aniden en ellos. Estos muros verticales son recipientes de tierra o estereotómicos; volúmenes que, llenos de grava extraída de una cantera situada a escasos metros, construyen una nueva rasante del terreno, haciendo que la casa tenga una doble sintonía: con la naturaleza próxima y con el horizonte lejano del sur. Sobre este nuevo suelo–basamento-plataforma establecido se apoya la losa de la cubierta, que es una cubrición de nieves y de lluvias que construye la sombra necesaria para que la casa sea útil y bella.
© Jesús Aparicio Estudio de Arquitectura
FICHA DE RESUMEN DE PROYECTO:
NOMBRE PROYECTO: Casa del Horizonte
ARQUITECTOS: Jesús María Aparicio Guisado
SITUACION: Campo Charro, Salamanca, España
FECHAS: 1998-2006
SUPERFICIE: Superficie Construida: 1300 m2
CLIENTE: Privado
EMPRESA CONSTRUCTORA: Luis y Jesús Sierra. Jesús Sierra Sierra