Cuando la arquitectura también cuida el territorio

En Médiouna, a las puertas de Casablanca, un nuevo equipamiento hospitalario refuerza la red sanitaria regional: el Centro de Diagnóstico del Centro Hospitalario Provincial, diseñado y realizado bajo la dirección del arquitecto marroquí Mahfoud Laasri, este proyecto ilustra un cambio que se está produciendo en el panorama sanitario marroquí: la arquitectura ya no se limita a albergar la medicina, sino que contribuye a su eficacia

Impulsado por el Ministerio de Sanidad y confiado al promotor delegado Casablanca Iskane & Équipements, el centro encarna una estrategia nacional de descongestión. Situado en un emplazamiento autónomo pero conectado al terreno del CHP de Médiouna, concentra funciones de diagnóstico, exploraciones y seguimiento especializado. El resultado: se liberan los servicios de hospitalización y se agiliza el recorrido del paciente. Una respuesta pragmática, pero también una pieza clave en la arquitectura de un sistema sanitario en plena expansión demográfica.

El centro de diagnóstico es un establecimiento autónomo sin camas de hospitalización, dedicado a los exámenes médicos necesarios para establecer y seguir un diagnóstico. En él se realizan consultas, exploraciones funcionales, exámenes radiológicos y de laboratorio, y está supervisado por el personal médico del centro hospitalario del que forma parte.

Los centros de diagnóstico anexos a los hospitales desempeñan un papel esencial en la organización de la atención sanitaria. Al encargarse de los exámenes especializados, las consultas de seguimiento y algunas exploraciones médicas fuera de los servicios de hospitalización, permiten descongestionar los hospitales. Esta distribución optimiza el uso del espacio hospitalario, libera camas para los casos que requieren una atención intensiva y contribuye a mejorar la fluidez del recorrido del paciente.

El diseño arquitectónico, claro y legible, se basa en una organización funcional rigurosa. Cada área (consultas, imagen, exploraciones, laboratorios) encuentra su lugar en una gradación controlada de los espacios. Entre ellas, las zonas de transición actúan como respiros arquitectónicos, aportando claridad y orientación en un universo que a menudo genera ansiedad. El edificio se convierte así en un mapa comprensible a primera vista, una promesa de legibilidad al servicio de la atención sanitaria.

La composición volumétrica, sobria pero expresiva, juega con el entrelazamiento de formas simples. La paleta de colores —blanco, gris, toques de madera natural— combina neutralidad y calidez. Sin artificios: la fuerza nace de la simplicidad. El centro no busca dominar su entorno hospitalario, sino dialogar con él. Con esta continuidad asumida, se inscribe en una nueva generación de equipamientos públicos, donde la modestia formal se convierte en garantía de modernidad.

Más allá de los volúmenes, la atención se centra en el confort y el rendimiento energético. Los parasoles metálicos y de aluminio, integrados en las fachadas, filtran y orientan la luz. El edificio respira con el clima, controlando la entrada de luz solar y garantizando al mismo tiempo el confort interior. La arquitectura se vuelve climática, lo que refleja una mayor conciencia de la sostenibilidad de las instalaciones públicas.

El centro de diagnóstico no es solo una infraestructura, sino una herramienta para reequilibrar el territorio. Por su diseño y ubicación, acerca la atención sanitaria a los habitantes de Médiouna, al tiempo que descongestiona los grandes hospitales de Casablanca. Se trata de una arquitectura discreta, pero estratégica: una pieza más en la red sanitaria nacional.

Arquitecto Mahfoud LAASRI    

Escrito por Doha Mahmoudi de MARRUECOS