Cerca de la estación Santpoort_Noord en Holanda se encuentra esta vivienda unifamiliar fruto de la transformación y ampliación de una antigua caseta ferroviaria, un ejemplo más de que la reconversión de antiguos espacios en desuso para nuevas funciones es sinónimo de supervivencia.
La vivienda está rodeada de peculiares condicionantes, por un lado limita con las vías del tren, por el otro con el parque Nacional Sur Kennemerland. La idea generadora para la reconversión que propusieron los arquitectos, Zecc architecten, se basa en el fuerte contraste entre los rieles metálicos rectos y la suavidad de las dunas. Acero, hormigón y vidrio a través de la hierba que lo circunda.
La peculiar caseta junto a la vía del tren queda rotundamente seccionada por un nuevo prisma longitudinal de acero corten. En cuyos extremos se abren grandes superficies de vidrio que proyectan la vivienda al exterior y capturan la vegetación que la rodea. Es como si los muros de la antigua edificación se rompieran en busca de una nueva perspectiva del paisaje.
El interior de la caseta se mantiene casi intacto, tan solo los restos de modificaciones sufridas a lo largo de su vida útil se eliminaron dejando el ladrillo original visto. Ésta se convierte en centro neurálgico de la vivienda, espacio abierto que conecta el resto de las estancias hacia ambos lados.
El programa se dispone en tres alturas, la planta baja y la planta primera se destinan a zona de día, el sótano excavado bajo el nuevo volumen alberga la zona de noche.
Se producen conexiones muy interesantes entre interior y exterior. El exterior de la caseta se convierte en el interior del comedor y el patio parece una estancia interior más de la vivienda. Los nuevos elementos se entrelazan con los antiguos. Esta conexión entre lo nuevo y lo existente se extiende a la decoración interior, donde conviven clásicos del diseño con objetos antiguos restaurados.
© Fotos Zecc architecten