El conjunto de la rehabilitación del recinto modernista de la Fundación Privada del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona ha obtenido la certificación Leed que reconoce los edificios y los barrios que han aplicado criterios de sostenibilidad en su construcción o rehabilitación. Se trata de la primera certificación en Europa con la categoría Leed “Neighborhood Development”; de esta categoría, solo hay cuatro casos más en el mundo, ninguno de ellos en Europa y ninguno en un espacio patrimonio de la humanidad como es en este caso, reconocido así por la Unesco en 1997.
Promovida por la organización US Green Building Council, la certificación Leed reconoce internacionalmente los edificios más sostenibles y engloba aspectos tan diversos como el uso del agua, la eficiencia energética del edificio, la calidad ambiental para el usuario y su entorno, así como aspectos propios de la sostenibilidad en el proceso constructivo y la reutilización de materiales.
El recinto modernista ha experimentado un ambicioso proceso de rehabilitación patrimonial que ha tratado de poner en valor toda la riqueza artística de la obra original de Domènech i Montaner. Este proceso, iniciado en el verano de 2009, ha sido realizado bajo estrictos criterios de sostenibilidad con el fin de dotar a los pabellones de las más avanzadas tecnologías, que impliquen una mejora de la sostenibilidad desde un punto de vista energético y también en el uso de materiales, recursos y confortabilidad.
Según esta distinción, los tres edificios del conjunto reconocidos -pabellones de la Administración, San Leopoldo y San Manuel- son hoy en día construcciones sostenibles y están dotados de los últimos avances en eficiencia y ahorro energético. En este sentido, los equipos de climatización funcionan gracias a un sistema de geotermia que permite obtener un importante ahorro en el gasto de consumos; y el calor y el frío se transmiten, en buena medida, a través de suelo radiante.
El sistema de climatización de los pabellones de San Leopoldo y San Manuel también utiliza el espacio interior de las columnas para distribuir los diferentes conductos de salida del aire. Esto permite aprovechar el sistema de ventilación ideado a principios del siglo XX por Domènech i Montaner y garantizar la ausencia de elementos técnicos en los espacios patrimoniales.
También se ha conservado el sistema de regulación de entrada de luz natural creado por el arquitecto, quien previó que las oberturas superiores tuvieran lamas de madera regulables para poder aumentar la entrada de luz solar en invierno y disminuirla en verano. Ahora, estas persianas se han electrificado y tienen un control domótico para facilitar su uso.