© Planos Emanuele Fidone/ © Fotos Lamberto RubinoLa Basílica Paleocristiana de San Pedro en Siracusa, Italia, es un edificio de modestas dimensiones pero muy interesante si analizamos su larga historia llena de superposiciones y transformaciones continuas.
Las intervenciones en la Basílica se sucedieron desde tiempos de los primeros cristianos, IV d.C., hasta la época Barroca, adaptando la estructura anterior a las nuevas demandas cuando era necesario. Las restauraciones realizadas en los años 50 del pasado siglo XX, alteraron irreversiblemente el espacio interno, haciendo imposible devolver la imagen originaria al templo.
El proyecto de restauración llevado a cabo por el arquitecto Emanuele Fidone, cobra fuerza resaltando la estratigrafía de los muros, evidenciando los restos de frescos bizantinos que cubrían la totalidad del edificio en origen y creando dos estructuras nuevas, el acceso y la nueva bóveda, que reorganizan el espacio y pasan a formar parte de la historia del edificio.
La bóveda intenta devolver la espacialidad original a la basílica, hecha de listones de madera simples, sin tocar la fábrica arranca desde los soportes de la bóveda de cañón de la época cristiana primitiva. La sucesión de luz y sombra que produce la disposición de los listones filtra el impacto visual de la estructura de las vigas del techo y modula la intensidad de la luz que penetra en las ventanas superiores realizadas en los años 50.
La solución del acceso está pensada para el gran portal de ingreso. Un panel de gran espesor de acero corten ligeramente separado de los lados y del intradós del arco pone en manifiesto el carácter de espacio transitorio que siempre tuvo y que se evidenció tras las excavaciones arqueológicas. Se materializa el vacío a través de un elemento sólido.
El complejo proceso de recuperación del material estratificado en muros y pavimentos pretende evidenciar el aspecto “de ruina” del monumento, reconstruido a través del tiempo. Los colores y la densidad de la superficie, transmitir la “sensación de espacio excavado sumergido en la penumbra”.
© Fotos Lamberto Rubino
© Planos Emanuele Fidone
