Un equipo formado por los arquitectos Dror + Gensler y el estudio estadounidense BEA llevan adelante un proyecto pionero en el mundo, la remodelación el paseo marítimo de la ciudad de Estambul junto con un sistema subterráneo de conexión de pasajeros entre la terminal y las embarcaciones de crucero que elimina el gasto en superficie y amplia la conexión de la ciudad con el mar.
En el corazón de la ciudad de Estambul, situado frente al casco antiguo, se encuentra una zona con una superficie aproximada de 110.000 cuadrados que será reconvertida en espacio lúdico público y de vida gracias al proyecto Galataport llevado a cabo por el equipo de arquitectos Dror + Gensler. Una zona donde se concentran monumentos y espacios como el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad, la mezquita y la torre Nusretiye, la mezquita Kiliç Ali Pasha y la fuente Tophane. Espacio que debido al transporte marítimo el paso público ha sido restringido, es por ello que este proyecto pretende recuperar la vida y conectar de nuevo la ciudad con el paseo marítimo.
Un proyecto concebido como un barrio peatonal diseñado para armonizar con el tejido urbano existente de la ciudad, un lugar que se activará a través de una vibrante mezcla de tiendas, restaurantes, atracciones culturales y oficinas. Un entramado de calles diseñadas para conectar el nuevo barrio lleno de vegetación a lo largo de las intimas calles flanqueadas por edificios de azoteas verdes de uso público que bajan hacia el paseo marítimo, creando un complejo lleno de vida y terrazas donde admirar la belleza la ciudad y las maravillosas vistas al mar.
Este proyecto incluye además una terminal de cruceros pionera conectada con la ciudad de forma subterránea por primera vez en el mundo. Los encargados de este sistema de comunicación han sido los ingenieros y arquitectos de la firma de Miami BEA que han inventado un sistema hidráulico de paseo marítimo y la pasarela subterráneo.
Cuando atraca un barco, la escotilla del paseo marítimo se abre y se transforma en un muro perimetral que protege la zona, una pasarela se levanta y conecta con las puertas de la nave hacia el transporte de pasajeros a nivel subterráneo hasta la terminal. Este innovador sistema reduce el consumo de suelo en las operaciones de cruceros a una franja de solamente 3.5 metros de ancho que es utilizada solamente cuando las naves se acoplan, liberando hasta más de 60.000 metros cuadrados de superficie en el puerto.