The Grandpa's Cool House, arquitectura tradicional coreana y modernidad. The Grandpa's Cool House es una casa pensada para el retiro tras la jubilación de una pareja de Baby Boomers a las afueras de la ciudad surcoreana de Gimhae, diseñada por el estudio local Architect-K, que aúna modernidad y arquitectura nativa.
La pareja de clientes planifica construir un nuevo hogar en el campo después de su jubilación, un lugar donde poder disfrutar con sus futuros nietos, que sea concebida por ellos como la “genial casa del abuelo”, idea que otorga su nombre al proyecto.
La vivienda se sitúa en el campo, en un terreno ligeramente en pendiente, con vistas hacia los huertos frutales y las montañas lejanas.
La práctica totalidad del programa se desarrolla en un edificio principal, una pastilla longitudinal que se asienta en la parte alta del terreno, volando ligeramente sobre el mismo para disponer una estancia adicional con terraza en la parte inferior, que permite disfrutar de la orientación y las vistas.
Desde una escalera interior se accede a la planta principal, a un diáfano espacio de día que se abre al exterior a través de grandes ventanales que recorren de suelo a techo la fachada, y hacia un tradicional toenmaru, terraza de estilo coreano, cubierta por el característico cheoma, el alero tradicional.
Esta terraza cubierta divide el programa en dos, disponiendo otra estancia independiente en el otro extremo de la vivienda, donde practicar ejercicio y meditación, con acceso desde un pequeño porche lateral cubierto por el alero, al que se accede desde una pequeña escalera.
Esta estancia dispone de una ventana a ras de suelo, una rasgadura horizontal que proporciona luz natural, pasando en este caso las vistas a un plano totalmente secundario en este testero.
Dentro del volumen principal, haciendo frente al espacio de día, se dispone una “caja” que alberga una cocina americana que se abre hacia el salón. Se encuentra como insertada en el espacio de forma independiente, dejada caer en su interior, sensación que se fomenta por la separación existente respecto del plano inclinado a dos aguas de la cubierta y su materialidad, la madera, que contrasta con la envolvente de hormigón.
Una escalerilla situada en el corredor paralelo a la fachada conduce al dormitorio principal, que dispone de baño propio y una pequeña terraza privada desde donde disfrutar de las vistas, enmarcadas por otra ventana de corte horizontal que se abre en su testero.
El programa de la vivienda dispone otro pequeño habitáculo independiente, situado en este caso en un volumen exento cercano al edificio principal, con otra gran terraza con vistas.
La materialidad del conjunto aúna tradición y modernidad combinando dos materiales tan dispares como son el hormigón y el bambú. Toda la envolvente de hormigón visto dispone de una piel exterior configurada con cañas de bambú, materia prima que crece naturalmente en Gimhae, dispuestas de forma equidistante, proporcionando textura a la fachada, un rayado vertical que se extiende por el vuelo del alero.
El conjunto lo remata un sencilla cubierta de chapa metálica ondulada a dos aguas.
Los acabados interiores son neutros, caracterizados por los paramentos de hormigón visto y los pavimentos continuos de cemento pulido. El toque cálido lo aportan los acabados y las carpinterías de madera, con un tono natural.
