Cuando, a finales de la década de 1940, el arquitecto Harry Seidler irrumpió en la escena arquitectónica australiana con la construcción de sus primeras viviendas unifamiliares, trajo consigo los aires de la modernidad internacional.
Con apenas quince años, Harry Seidler (1923-2006) tuvo que huir de su Viena natal a causa de la anexión alemana de Austria, pasando por campos de refugiados en Inglaterra y, posteriormente, Canadá. Su interés por la arquitectura le llevó a estudiar a la Universidad de Manitoba, finalizando sus estudios en Harvard. La influencia de Gropius, o sus colaboraciones con Marcel Breuer y Oscar Niemeyer, marcarían su visión de la arquitectura.
Fotografías de State Library of New South Wales
En 1947, sus padres le pidieron que se estableciera en Australia para proyectarles su propia casa, la denominada Rose Seidler House (1948-1950), construida en Turramurra (actualmente Wahroonga).
Fotografía de State Library of New South Wales
La casa se ancla al terreno en pendiente mediante muros de mampostería, mientras una parte importante del volumen parece flotar, apoyado en pequeños soportes. El volumen prismático queda perforado por un patio exterior, decorado con un mural, que funciona como terraza y separa los espacios de día y de noche. Desde ese lugar, una rampa conduce al jardín inferior y la zona de piscina.
Fotografías de Nicholas Watt-Sydney Living Museums
Afortunadamente, la casa fue comprada por el Estado en 1988, promoviendo su conservación con el mobiliario original. Su forma rompía con la tradición constructiva de Australia, introduciendo los volúmenes sencillos, la asimetría en la composición, las cubiertas planas y las grandes superficies acristaladas.
Fotografías de Luisa Brimble
A pesar de la controversia inicial y los problemas para la tramitación de las licencias de obra, con el paso del tiempo, la arquitectura decididamente moderna que proponía empezó a ser demandada. En 1949, estableció definitivamente su estudio en Sídney, dando lugar a la firma Harry Seidler & Associates. En sus primeros cinco años de andadura construyó 18 casas, todo un catálogo de cómo la arquitectura moderna irrumpía en Australia. Un ejemplo de estas primeras casas es la Meller House (1950), en Castlecrag.
Fotografía de State Library of New South Wales
En el caso de la Rose House (diseñada en 1951, construida entre 1953 y 1954), en Wahroonga, recurrió a una estructura metálica de sólo cuatro soportes, liberando un espacio de 10x8 m, ampliado con 5 m de voladizo en cada extremo.
Fotografías de State Library of New South Wales
En la Hutter House (1952) recurre a la tipología de vivienda bi-nuclear, siguiendo los esquemas de Marcel Breuer. Las diferentes partes del programa quedan separadas gracias a la interposición de patios, que se cierran o se abren a distintas orientaciones, dependiendo de su uso, las vistas o la necesidad de intimidad.
Fotografía de State Library of New South Wales
Un aspecto destacable de la Thurlow House (1952) es su interior. Se trata de una pequeña casa en la costa sur de Sídney, con vistas hacia el río Georges. La ubicación de los dormitorios sobre la terraza de la planta inferior, permite generar un salón y un comedor como espacios a doble altura, separados por la escalera de conexión entre ambos niveles.
Fotografía de Modern House
Fotografías de Michael Nicholson
Durante los años sesenta, la fama adquirida por Harry Seidler le permitió enfrentarse a proyectos de una escala mucho mayor. La influencia de la arquitectura internacional, especialmente el brutalismo, le llevó a recurrir al empleo del hormigón visto y los juegos de texturas, cuando diseñó, junto a su esposa Penelope, su propia vivienda en Killara.
Fotografías de State Library of New South Wales
La casa se resuelve sobre una fuerte pendiente mediante cuatro niveles interconectados en plantas intermedias. El espacio horizontal es fluido en cada nivel. Unos espacios vuelcan sobre otros, generando vistas cruzadas entre ellos. El coche se deja, en un cuerpo en voladizo, en la parte superior de la pendiente. A partir de ese punto, el visitante desciende la ladera y cruza una pasarela para acceder a la casa.
Fotografías de Brenton McGeachie-Sydney Living Museums
Utilizada por la familia durante treinta años, la Seidler House (1966-1967) se ha conservado prácticamente sin alteraciones.
Fotografía de Brett Boardman
Fotografía de Lindy Goodwin-Sydney Living Museums
La obra posterior desarrollada por el estudio dio lugar a algunos de los edificios más representativos del skyline de Sídney, entre ellos Australia Square (1961), MLC Center (1972) o Grosvenor Place (1982). Como muchos críticos opinan, una historia de la arquitectura moderna de Australia estaría incompleta si no recogiera la figura de Harry Seidler.
Fotografías de State Library of New South Wales, Sydney Living Museums, Brett Boardman, Luisa Brimble, Michael Nicholson y Modern House