La arquitectura modernista de Armenio Losa y Cassiano Barbosa

La dupla de arquitectos reinterpretó las corrientes europeas de principios del siglo XX integrándolas en la realidad formal y tipológica del norte de Portugal

 ¿Conoces a Arménio Losa y a Cassiano Barbosa? Estos dos arquitectos formados en la Escuela de Bellas Artes de Oporto constituyeron el equipo creativo Nosso escritório  cuya obra jugó un papel fundamental en la renovación de la arquitectura del norte de Portugal de mediados del siglo XX y que influyó de manera notable en la generación de profesionales que les sucedió.

Su extensa obra es un ejercicio inteligente de instauración de las prescripciones estilísticas del Movimiento Moderno, de auge en Europa, a las morfologías características de su contexto urbano. Sus proyectos son un acto de resistencia al estilo tradicionalista simplista de tintes nacionalistas dominante en el país luso en la época, y un alegato a la funcionalidad y al racionalismo. De un modo muy consciente, militaron por una arquitectura de su tiempo y compartieron ideales con contemporáneos como le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Calder o Picasso.

Losa fue responsable de la concepción de varios proyectos urbanos en Oporto y Matosinhos y miembro activo de grupos de divulgación, siendo clave en la definición del paisaje urbano y expresando su visión ética de la profesión que concibe la arquitectura como una disciplina con capacidad para generar cambios políticos, sociales y, por supuesto, estéticos.

Este artículo te propone, a ti lector, una visita a algunas de sus obras más relevantes.

Bloco da Carvalhosa, 1950

Este proyecto cuestiona la tipología de vivienda colectiva que se impone en todo el centro de la ciudad de Oporto, lotes estrechos y profundos, herencia del siglo XIX. El edificio está retranqueado respecto a los edificios vecinos para generar una zona delantera que deja respirar la expresiva fachada y lo posiciona como un bloque autónomo. Una escultórica escalera helicoidal con iluminación cenital nos recibe al atravesar el pórtico de entrada. Los distintos apartamentos se organizan de un modo distinto al tradicional, las zonas más sociales y de servicio se encuentran en la fachada principal orientada a norte, mientras que los espacios más privados miran hacia la parte interior de la parcela. También a las traseras, unos solárium a modo de terrazas.

Bloco da Carvalhosa, fachada principal

Bloco da Carvalhosa, escalera interior y planta baja
 

Edificio DKW, 1953
Sede de la empresa de automoción alemana DKW, este edificio en esquina desafió todos los convencionalismos de la época, y no solo en términos estéticos. Su diseño bebe del racionalismo italiano y también del Werkbund alemán, el movimiento que perseguía la expresión artística en la era de las máquinas.Vivienda, comercio, oficinas y garaje conviven en la misma parcela con accesos independientes e interconectados por escaleras en espiral y galerías interiores.

Edificio DKW, fotografía fachada de Mário Novais
 

           
 Edificio DKW, escalera interior

Edificio en Rua de Ceuta, 1955
Un programa que concilia oficinas y apartamentos para los trabajadores de la firma Soares&Irmão. La expresiva fachada incluye elementos característicos del lenguaje moderno, como los brise-soleils, las ventanas horizontales, o las columnas negras de planta baja a modo de pilotis. Cobra vital importancia la modulación espacial resultado de la solución de pórticos estructural que definirá tanto la composición en fachada como la distribución en planta. En la planta baja, un colorido mural del artista Augusto Gomes.

Edificio en Rua de Ceuta, imagen interior

Edificio en Rua de Ceuta, perspectiva de sala y comedor

Casa José Soares en Ofir, 1950
La casa se ubica en Ofir, un bonito enclave en la costa norte del país rodeado de dunas y pinares.
Conceptos y procesos industriales modernos, como la cubierta ondulada en microcemento y la losa en hormigón, conviven con elementos de la tradición portuguesa como los muros en piedra, la carpintería en madera o los alicatados cerámicos. La vivienda se organiza en una planta en T con un programa que se organiza en consonancia con los principios del movimiento moderno de organización funcionalista, tres áreas con distinto cometido que resultan en tres volúmenes espacialmente diferenciados. La estructura se revela independiente generando una columnata en una de las fachadas. Proyectada en una sola planta, la casa se eleva apenas unos centímetros sobre pilotis. El acceso principal se realiza a través de una rampa ascendente en ángulo oblicuo, punto de arranque de un promenade , una referencia más a los preceptos enunciados por Le Corbusier y que se complementa con un mural en azulejo pintado.

Casa en Ofir, imagen de Mário Novais

Habitación colectiva en Rua da Constituição, 1950
La unión de tres parcelas permitió la inusual ancha fachada de este proyecto, mucho mayor que las habituales del resto del centro de Oporto de 7 metros. El volumen principal levita sobre un basamento continuo con fibrocemento ondulado pintado de color oscuro y pilares salientes de piedra negra pulida. Las ventanas cuentan con un marco en hormigón que sobresale del plano de fachada destacándolas. Las estancias principales y dormitorios de la fachada principal pueden ser unificados o separados según las necesidades del usuario mediante un dispositivo de puertas correderas.

Habitación colectiva en Rua da Constitução, imagen de Mário Novais

Arménio Losa y Cassiano Barbosa
Escrito por Cristina Pino desde OPORTO