Propiedades acústicas y estéticas de la topografía aprovechadas para un Anfiteatro al aire libre
Dibujo plano de situación en Colinas de Bello Monte. Fotografia de Fundaayc
En 1949 comenzarían las obras de urbanización de los terrenos ubicados hacia el sureste del casco central de Caracas, antiguamente ocupados por la Hacienda Bello Monte, que se extendían a ambos lados del rio Guaire, se hace en dos etapas: la primera consistente en la reparcelación de las áreas planas de los sembradíos agrícolas donde se desarrolló la urbanización Bello Monte, a cargo de la familia Casanova-Hernández, dueños de las tierras.
Imagen años 60.Fotografia de Fundaayc
La segunda, cuando Juan Vicente Casanova-Ibarra y Antonio J. Casanova le proponen a Inocente Palacios y Luis Albero Pocaterra el desarrollo de los terrenos con mayor pendiente cuya extensión alcanzaba aproximadamente 1.700.000 m2.
Imagen antigua de archivo.Fotografia de Fundaayc
Palacios, empresario, promotor cultural y musicólogo , buscaba, entre otras cosas convertir Colinas de Bello Monte en un nuevo “corazón de Caracas” y en el epicentro de un movimiento cultural , el diseño en un pequeño valle de un espacio al aire libre cuyas condiciones eran inmejorables para disfrutar de la música y celebrar festivales.
Vista aerea zona Bello Monte. Fotografía google
La empresa C.A. Urbanización Colinas de Bello Monte, donaría el terreno de 18.000 m2 ubicado en la Calle Caurimare con Calle Chaure de la citada urbanización, para la construcción de la Concha Acústica, llamada a ser sede artística de la Orquesta Sinfónica Venezuela (OSV).
Imagen antigua de archivo.Concierto .Fotografia de Fundaayc
En esta obra diseñada por el arquitecto Julio César Volante, rememora los anfiteatros de la antigüedad clásica y aprovecha las cualidades acústicas y estéticas que ofrece la topografía del lugar, será construido por un consorcio integrado por las firmas Técnica Constructora, S.A., TEC, S.A. y Gil Rangel Baquero, S.A. y se convertirá en la primera instalación de este tipo en la ciudad.
Programa de concierto inaugural 1954.Fotografia de Fundaayc
Tras 45 días de construcción (entre el 15 de enero y el 1 de marzo), este espacio cultural, que tiene un aforo de 8.000 localidades, conocido también como Anfiteatro “José Ángel Lamas”, fueron finalizadas las obras, siendo inaugurado el 19 de marzo de 1954.
Vista aerea del recinto.Fotografía de Daniel Delgado
Vista desde la parte superior de las gradas
El arquitecto Volante le dio una moderna forma geométrica a la “concha” que, a modo de altavoz, contiene el escenario de la “José Ángel Lamas”, logrando que los sonidos de los instrumentos tuvieran reflexiones nítidas y uniformes audibles hasta a los 87 metros, distancia a la cual se encuentra la última grada de asientos, dispuestos en forma de caparazón marino siguiendo las curvas de nivel del terreno.
Vista panorámica.Fotografia de Jesus Orozco
Las gradas convergen en el escenario teniendo al foso de la orquesta como espacio de transición.
Vista frontal de la concha.Fotografia Teresa Cerdeira
Para colaborar en el acondicionamiento acústico del conjunto, la “concha” fue construida, posterior a la realización de los cálculos necesarios, buscando hacer entrar en vibración los planos de reflexión y dispersión, recubriendo el interior con un delgado friso aplicado sobre metal desplegado, capaz de producir la vibración deseada a la vez de reflejar en toda su pureza cualquier nota musical.
Imagen ensayo concierto atardecer.Fotografía de Pedro Franco
Las paredes laterales encajonan en 20 metros los sonidos evitando el eco.
Colorritmos de Alejandro Otero.Fotografía de Fundaayc
A ambos lados de su parte externa, mirando hacia la gradería, fueron ubicadas dos obras o “colorritmos” del pintor y escultor venezolano Alejandro Otero.
Escenario. Fotografía de C.Mesa Proyecto Colectivo
El pavimento del escenario es una losa de hormigón que asemeja una caja sonora y que cubre los camerinos ubicados debajo.
Vista de las gradas.Fotografía de Leonardo R
Las gradas están apoyadas sobre columnas y vigas, debido a que el terreno es de relleno, no se pudieron construir directamente sobre este.
Acceso hacia Anfiteatro por escaleras.Fotografía de Jesus Orozco
Exposición Biblioteca Abierta de Proyecto Colectivo.Fotografia de Proyecto Colectivo
La Concha Acústica “José Ángel Lamas” contaba con zona para baños, una cabina de control, iluminación, juego de luces para el escenario, dispositivos para radio y televisión y posibilidad de grabación de sonido.
Imagen deterioro de las gradas.Fotografia de Elsa B
Durante algún tiempo el descuido, la falta de mantenimiento, sucesivas intervenciones, su cambio de uso, la Concha Acústica de Bello Monte sufrió un deterioro.
Zona de entrada
Ahora sirve sirve como un espacio para la cultura local y es la sede de la Orquesta Sinfónica Municipal de Baruta y el sitio ideal para que aún hoy se disfrute en sus instalaciones del teatro, el cine, la música y hasta de actividades deportivas y recreativas de todo tipo.
Héctor Manrique y Darwin González. Foto: José Daniel Ramos
Desde 2017 la gestión de la Alcaldía de Baruta se ha encargado de recuperar el anfiteatro caraqueño con la ayuda de personas enamoradas de la representación escénica, con la contribución Héctor Manrique y Darwin González.
Caja de fósforos. Foto de Jesus Orozco
También la concha alberga la Sala Experimental de Teatro “La Caja de Fósforos”. Un espacio que se dedica a promover las artes escénicas con obras que no solo deleitan a los caraqueños, sino que también pone a reflexionar sobre temas que tocan las células que conforman el tejido social de la Venezuela de hoy.
Concierto nocturno.Fotografía Juan Cerbero
Fotografía de: Fundaayc, Juan Cerbero, Jesus Orozco, José Daniel Ramos, Elsa B, Proyecto Colectivo, Leonardo R, C.Mesa, Daniel Delgado, Pedro Franco, Teresa Cerdeira.
Gracias por la pagina, estaba buscando una información sobre la visita de Igor Stravinsky en Caracas en 1953; recuerdo el acontecimiento pero dudé, tengo 81 años; ahora puedo confirmar que Furtwangler estuvo en 1954 en la Concha Acustica y antes, en 1953, Stravinsky en el Aula Magna en ambos casos con la OSV; habia cambiando los directores y los lugares; del que no tenia dudas, porque estuve, fue el de Celidache en 1956 con Judith James al piano y la, por supuesto, la OSV. Gracias nuevo