La utilidad pública de la arquitectura. Albion Library, Toronto. Perkins + WillLa biblioteca Albion de Perkins + Will, situada en Rexdale, un vecindario a unos 32 km al noroeste del centro de Toronto, es más que un simple lugar de préstamo de libros, incluyendo servicios como orientación cultural, integración social y habilidades de empleo, y facilitando el acceso a la tecnología y el conocimiento a una parte de la población integrada mayoritariamente por inmigrantes, minorías sociales y residentes de bajos ingresos, un ejemplo de la utilidad pública de la arquitectura.
El proyecto, que en principio pretendía renovar el edificio existente, se decanta finalmente por la construcción de una nueva instalación, situada en el estacionamiento, de modo que el equipamiento urbano siga en activo durante el periodo en que duran las obras.
El nuevo edificio se concibe como un cuadrado perfecto en planta, que alberga todo el programa de la biblioteca, dejando un gran espacio al aire libre que se transforma en plaza pública ajardinada, que permite el desarrollo de actividades alternativas.
El complejo se convierte de este modo en una barrera física que protege el barrio residencial vecino de una carretera de intenso tráfico y de un centro comercial situado al norte.
El edificio, de unos 3250 m2 de superficie, se convierte en un nuevo foco de atención en el barrio gracias a una espectacular fachada de listones cerámicos verticales de variados colores, que supone una explosión de vida y color en el monótono entorno.
Los listones crean una línea quebrada que recorre todo el perímetro, abarcando en ocasiones la totalidad de la altura del edificio, y despegándose del suelo en puntos estratégicos para, mediante un muro cortina, introducir luz natural al edificio y conectar visualmente los espacios interiores y exteriores.
El juego que da se produce con la separación entre listones permite crear una piel que actúa de filtro de luz hacia el interior, o materializar un cerramiento opaco en el que se integran ventanas estrechas de corte vertical en puntos estratégicos que permiten introducir una mayor cantidad de luz en los espacios interiores.
Un retranqueo del edificio en una de las esquinas que vuelcan a la plaza marca el acceso, cubierto por el vuelo de la cubierta.
En el interior, el edificio apuesta por espacios conectados visualmente pero sectorizados por usos y por usuarios, lo que se consigue gracias a la disposición de barreras físicas de baja altura y paredes de vidrio dispuestas de forma estratégica. Podemos apreciar cuatro zonas programáticas distintas que irradian desde el espacio central. Tras el acceso, encontramos la zona de recepción, junto a los espacios de administración y servicio de la biblioteca, que ocupan la esquina opuesta al mismo. El espacio central lo ocupa la zona de adultos, en la esquina contigua al acceso se encuentra The Urban Living Room , un espacio flexible y adaptable para la celebración de diversas actividades culturales, la esquina posterior dispone una amplia zona para niños y la restante alberga la zona tecnológica, con salas de diversos tamaños y características para proporcionar espacios de aprendizaje individualizado o en grupo. Así mismo, se disponen alojamientos adaptados para personas con discapacidades y toda la señalización de los espacios garantiza la inclusión y accesibilidad de todas las personas.
Las distintas áreas quedan sectorizadas por núcleos construidos y con 3 patios situados en puntos intermedios de los lados de la planta del cuadrado, anexos a la fachada, pero cerrados hacia el exterior a través de la celosía creada por los listones cerámicos, mientras que los cerramientos interiores se materializan con un muro cortina que establece una conexión visual total con los mismos, inundando a su vez el interior de luz natural.
Otra fuente de luz procede de la cubierta, la cual se eleva en la zona central del edificio creando una gran linterna que ilumina la zona de adultos, evitando que existan puntos más oscuros en el edificio.
En contraposición con la colorida fachada, los acabados interiores son cálidos y neutros, predominando la madera, el vidrio y la moqueta en color gris intenso del suelo.
El toque de color lo proporciona el mobiliario, con sillas en tonos púrpura, lima y naranja y luminarias rojas y moradas que cuelgan del techo.
Criterios de sostenibilidad también han sido tenidos en cuenta, como la disposición de una cubierta verde inclinada que reconduce el agua de lluvia hacia los patios ajardinados, o una calefacción por suelo radiante de bajo consumo, con un sistema de zanja empotrado en el perímetro junto a la fachada, climatizando el aire junto al muro cortina.
Imágenes: Doublespace Photgraphy
