John Pawson, padre del minimalismo, redefine la arquitectura de la orden del cister con un lenguaje contenporáneo pero sin perder la esencia de austeridad y sencillez cisterciense
El monasterio de Nuestra Señora de Novy Dvur ha sido el primer monasterio en ser construido en la Republica Checa en época post-comunista. Para construir el nuevo monasterio, se compró una finca que incluía una mansión barroca de la segunda mitad del siglo XVIII, atribuida al arquitecto Kilian Dietzenhoffer, el mismo arquitecto de iglesia de San Nicolás de Praga, con tres alas agrícolas que cierra un patio central.
Todo el conjunto estaba en estado de ruina y la idea de Pawson fue conservar y rehabilitar la mansión barroca, sustituyendo las tres alas con construcciones nuevas que se conectan y materializan el espacio claustral. Así, de una ruina se hizo un monasterio con un lenguaje novedoso y perfectamente integrado en el espíritu cisterciense, sin olvidar el lugar donde se inserta. Cómo entonces dijo uno de los monjes durante una visita al lugar, “Incluso en ruinas, es algo muy bonito. Tiene alma, es de verdad”.
Tanto para Pawson como para los monjes, era importante que Novy Dvur reflejara la simplicidad de la arquitectura cisterciense, pero sin renunciar a un lenguaje contemporáneo: simplicidad, funcionalidad y economía son los principios primordiales y fundamentales de la estética cisterciense.
“Cuando recibí el encargo de los monjes por primera vez, supe lo que quería lograr aquí, en Novy Dvur. Esto suponía retroceder al modelo arquitectónico por la orden del Cister del siglo XII, de san Bernardo, con su énfasis en la calidad de la luz y de la proporción, en alzados simples y en el detalle. De un conocimiento riguroso de la esencia de este modelo original, estaba seguro que seguiría la forma perfecta para su expresión contemporánea”
El proyecto se realiza en dos fases, la primera desde 1999 hasta 2004 con el remate de la iglesia principal del conjunto. Y la segunda fase se acaba en 2007, con una ampliación sobre un cobertizo que se encuentra separado del conjunto claustral, en esta nueva pieza se coloca una hospedería para visitantes, peregrinos y familiares de los monjes, además se crea una nueva capilla, llamada Stella Matutina, este nombre es una invocación a la madre de Dios, la Virgen María, como todas las iglesias de la orden del Císter: “Todos nuestros monasterios se fundaran en honor de la Reina de Cielo y de la Tierra.” El monasterio fue galardonado con el “IV Premio Internacional de Arquitectura Sacra Frate Sole” en octubre de 2008.
En la primera fase del proyecto se restaura la antigua mansión barroca, alojando el volumen principal y de acceso al monasterio, se crean nuevas edificaciones sobre la huella de lo antiguo, cerrando un patio central sobre el que vuelca el claustro que distribuye todo el programa del monasterio.
En la planta baja tenemos, en el cuerpo principal un distribuidor (4) donde se alojan algunas salas para talleres y la escuela y que da paso al claustro (4), a través de este y en sentido horario encontramos el patio de acceso a la iglesia (13), la iglesia (1, 2 y 3) que ocupa todo el ala noreste del conjunto y sobresale su volumen sobre el resto dotándola de mayor presencia y relevancia. Continuando el recorrido por el claustro al girar al ala sureste tenemos la sacristía (5), la sala capitular (6) y el scriptorium (7). Al girar sobre el ala suroeste, tenemos la programa más dinámico en el ritual de los monjes, tenemos la sala de hábitos (8), que conecta al sótano con las zonas de limpieza y salas más organizativas, y también conecta con la primera planta con los dormitorios; a continuación tenemos las cocinas (9), el refectorio (10) y unas piezas de aseo (11) ligadas a las rutinas de la alimentación.
En la primera planta solamente se desarrolla programa en el edificio principal, la antigua mansión, y el ala suroeste, en esta primera tenemos la parte de programa de despachos, los talleres y el noviciado (9). Desde el vértice oeste y hasta el sur tenemos los baños (7) y las habitaciones (6), a estas solamente se accede desde unas escaleras colocadas en planta baja en ambos vértices, se trata de dos amplias salas donde el denominador común es el elemento de la repetición y el volumen bajo cubierta que contiene los nichos para el aseo y para el descanso.
En la planta sótano se desarrollan todas las funciones de lavandería, salas de calzado, guardarropa, enfermería y farmacia, salas de máquinas, la bodega y demás elementos que completan un programa muy extenso y complejo.
“Lo mínimo se define como la perfección alcanzada por algo cuando es imposible que sea mejorado por sustracción. Esta es la cualidad que posee todo objeto en el que todos sus componentes, detalles y funciones se han reducido a lo esencial.”
John Pawson
Fotografías: Hisao Suzuki, Stepán Bartos