Nové Bazaly: la nueva iconografía deportiva de la República ChecaL35 Architects redefine el futuro de Ostrava con el diseño de su innovador estadio New Bazaly, un icono enraizado en la historia industrial de la ciudad que actúa como catalizador urbano
En la ciudad de Ostrava, en el corazón industrial de la República Checa, el estudio internacional L35 Architects ha sido seleccionado para diseñar el nuevo estadio Nové Bazaly, una infraestructura estratégica destinada a transformar la identidad urbana y deportiva de la región. El proyecto se ubica sobre los terrenos históricos del antiguo estadio Bazaly, profundamente ligados al FC Baník Ostrava, en una parcela marcada por la presencia imponente de una antigua cantera de basalto que domina la ladera. Esta topografía extrema, junto con la densidad del tejido residencial circundante, constituye el punto de partida del planteamiento arquitectónico.
La propuesta ganadora de L35 responde a un doble compromiso: arraigar el edificio en la memoria industrial de Ostrava y, simultáneamente, proyectar una arquitectura contemporanea capaz de posicionar a la ciudad en el mapa internacional. Como afirma el propio Lorca, el objetivo ha sido formular “una arquitectura que surge del lugar, comprometida con su pasado industrial y que reimagina el futuro de la ciudad”.
El estadio se concibe como una pieza urbana cuidadosamente integrada en pendiente. La volumetría se ajusta para no interrumpir las vistas de las viviendas colindantes, evitando el impacto volumétrico habitual de los estadios tradicionales. Sin embargo, hacia la ciudad, el edificio despliega una gran fachada abierta que, en palabras del jurado: “recuerda a un castillo que domina el territorio desde lo alto de la colina”.
Este equilibrio entre discreción y presencia se articula a partir de un podio topográfico continuo de basalto, que reorganiza el terreno en diversas plataformas conectadas mediante rampas y escaleras. Cada plataforma funciona como una plaza pública, un espacio de encuentro previo al acceso al estadio y un elemento clave para la regeneración del entorno urbano. La segregación inteligente de los flujos, público general, VIP, visitantes y personal interno, se resuelve bajo el podio, liberando toda la superficie exterior para el uso ciudadano.
La identidad formal del estadio se fundamenta en una retícula hexagonal que envuelve el basamento y ordena todas las circulaciones. Rampas, pasarelas y escaleras se disponen siguiendo este patrón, haciendo que los recorridos exteriores formen parte de la imagen arquitectónica. Esta geometría no es un recurso visual aislado: establece un puente conceptual con el paisaje industrial del norte de Moravia, donde estructuras metálicas, pasarelas elevadas y plataformas técnicas caracterizan las antiguas plantas de carbón, acerías y altos hornos.
La envolvente del estadio se materializa como una piel permeable de acero, que deja entrever la actividad interna y enfatiza la honestidad constructiva propia del lenguaje industrial. Frente a la opacidad monumental habitual de los estadios, Nové Bazaly apuesta por la transparencia funcional, mostrando su estructura y los flujos en una coreografía visual que dinamiza el contorno urbano.
A pesar de su capacidad relativamente contenida de 20.000 espectadores, Categoría 4 UEFA, el estadio alcanza una alta intensidad atmosférica gracias a un graderío cerrado y continuo, dispuesto en dos niveles que garantizan proximidad visual al campo y una experiencia envolvente. Una galería perimetral abierta articula la circulación general, optimizando evacuación, accesibilidad y vistas.
El programa incorpora distintos niveles de hospitalidad, las oficinas del club, las áreas de entrenamiento, un museo-tienda y espacios de restauración abiertos todo el año. Con ello, el estadio trasciende la lógica de instalación deportiva y se convierte en un equipamiento urbano activo, capaz de alojar eventos diversos y sostener vida pública más allá del día de partido.
La estructura principal del estadio está formada por cerchas espaciales de acero que garantizan gran claridad estructural y agilidad de montaje. La cubierta, de tipo rueda de radios tensados, se compone de un doble anillo de tracción y uno exterior de compresión, un sistema ligero que permite grandes luces y una imagen técnica coherente con la tradición industrial del lugar.
Desde 1967, L35 Architects ha desarrollado proyectos de infraestructura compleja en múltiples continentes, entre los que destacan estadios como la renovación del Santiago Bernabéu, el Estadio de Gran Canaria, o los proyectos para Bogotá, La Paz y otros enclaves urbanos. Su propuesta para Nové Bazaly refuerza su expertise en tipologías deportivas y su capacidad para vincular arquitectura, paisaje y tejido urbano.
El nuevo estadio Nové Bazaly no es solo un equipamiento deportivo, se trata de un manifiesto urbano e identitario para una ciudad en plena transformación. L35 Architects construye una pieza anclada en el pasado minero de Ostrava, pero proyectada hacia un futuro donde la arquitectura es capaz de reconectar patrimonio, paisaje y ciudadanía.
