Patio comunitario. Viviendas adosadas en DaitaEl estudio de arquitectura y diseño DOG se encarga de la creación de un complejo de viviendas que comparten un patio en común. Un diseño que amplia las viviendas hacia el exterior aprovechando la vegetación natural del sitio, y además funciona como una zona de comunicación entre los habitantes de las diferentes viviendas
Ubicado en Daita, localidad de Setagaya (Tokio, Japón), se encuentra la obra de la firma japonesa de arquitectura DOG, un pequeño complejo residencial de viviendas adosadas. El proyecto, construido sobre un terreno de 300 metros cuadrados con forma rectangular, está compuesto por cuatro unidades, entre las cuales se incluye la residencia del propietario y tres viviendas más, las cuales son ofertadas como viviendas de alquiler.
El cliente pidió que las nuevas edificaciones se planificasen alrededor de los fragantes olivos, nísperos y caquis que crecen naturalmente en el sitio. Consiguiendo, como consecuencia, un edificio estructuralmente estable cuya fachada sigue una linea similar a una pantalla plegable que bordea los árboles altos existentes.
Al colocar los volúmenes en el perímetro del solar, se crea un patio común que da acceso a cada unidad y crea un pasaje cerrado y luminoso. Durante el desarrollo del diseño se cambió ligeramente el ángulo de las fachadas, con lo que, la línea de visión y las sombras de las plantas crean un interesante movimiento en el patio. Consiguiendo como resultado un hermoso patio que consigue trazar una línea entre lo público y lo privado, creando una relación nítida y clara entre las unidades, el patio y la calle.
El complejo residencial se construyó aprovechando al máximo el perímetro del solar para conseguir la mayor superficie construida posible, mientras se procura un buen aislamiento acústico entre las unidades, uno de los puntos débiles de las casas adosadas de madera.
La disposición en ángulo del patio, en lugar de seguir una cuadrícula, consigue además evitar la línea de propagación del fuego, en caso de incendio, asegurando un pasaje de evacuación efectivo con un ancho de más de 2 metros, de acuerdo con la Ordenanza de Seguridad Metropolitana de Tokio.
Durante el diseño de la vivienda principal, el cliente junto al equipo de diseño DOG, llegaron al acuerdo de convertir el proyecto en una cooperativa de alquiler. Un sistema que no solo ayuda al propietario a reducir su presupuesto total, sino que además ayuda a los jóvenes que quieren una vida en la ciudad de Tokyo pero les resulta difícil permitirse una vivienda en esa zona. De esta manera los residentes pagan una parte de los costos de construcción como un pago global y continúan viviendo en el corazón de la ciudad por un largo período de tiempo, consiguiendo así un beneficio mutuo entre huéspedes y arrendatario.
Fotografía de Yasuhiro Nakayama
