Proyectado por Costas+Pedrós arquitectos la reforma de la Autoridad Portuaria constituye una transformación de la preexistencia hacia un espacio más fluido, cambiante e imprevisible
El aumento significativo de la actividad del Puerto de A Coruña, tanto por la afluencia de cruceros (comercial) como por el volumen de operaciones del Puerto Exterior (mercantil), llevó a la ampliación de los espacios comunes de trabajo dentro de su sede.
Espacios de reunión
La necesidad de salas de reunión, videoconferencia, prensa y formación condujeron a la transformación del cuerpo central (antigua vivienda y terraza del presidente), en el espacio de relación del edificio.
Configuración y contraste
Articulación de espacios
La solución adoptada encaja las necesidades funcionales planteadas por la Autoridad Portuaria mediante una geometría sinuosa que recurre a una redistribución más generosa del espacio mediante acuerdos en curva, lo que propicia un espacio más fluido, cambiante, menos previsible, dentro de una configuración original tremendamente rígida.
Espacios de comunicación
Por otro lado, también se busca invisibilizar la incómoda distribución de pilares en la planta, cuyo replanteo –complejo, ya que ahoga el espacio para las dimensiones que se pretenden- atiende exclusivamente a la configuración de la escalera principal en las plantas inferiores.
Espacios de relación
A lo largo del cuerpo central se extiende una suerte de sustancia alba, en este caso leñosa, que descomprime el espacio y facilita la relación entre los usuarios de las alas este y oeste del edificio, antes desvinculadas. Esta configuración permite, además, albergar el resto de espacios comunes: un office, unos nuevos aseos, un aula de formación y un espacio polivalente que se transforma mediante un tabique móvil directamente vinculado a la terraza, orientada al muelle.
Materialidad
Sustancia leñosa
En fase de proyecto, y sobre la documentación de los planos de estructura originales de 1947, se practicaron catas en el doble falso techo de rasilla y cartón-yeso (fruto de la acumulación de actuaciones) para comprobar que existía una estructura de pórticos de vigas de canto y forjado de nervios “in situ” de hormigón, que reforzarían la idea material de una sustancia leñosa conviviendo con la materia gris que termina cualificando el techo de los espacios de reunión.
Axonometría desplegada
El nuevo “organismo”, el axón, se inserta como una pieza que articula ese espacio fluido y que alberga todas las instalaciones, reflejando la contemporaneidad de la actuación al tiempo que revela las capas anteriores del edificio y, con ello, los inicios de una forma de construir con hormigón.
Costas+Pedrós arquitectos
Fotografías de Héctor Santos-Díez