Resort Solaz en Los Cabos de Sordo Madaleno Arquitectos. Vacaciones de diseñoLa firma mexicana de arquitectura Sordo Madaleno Arquitectos crea el extenso complejo Solaz en Los Cabos como una serie de edificios y terrazas que se adaptan al terreno que los soporta. La propiedad consta de una superficie total de 9,8 hectáreas, un terreno de costas escarpadas en la península de Baja California, entre Cabo San Lucas y el histórico San José del Cabo.
La topografía empinada del lugar llevó a Madaleno a crear tres grandes terrazas curvas que caen en cascada por la cuesta rocosa de este a oeste. Un diseño con un concepto que apunta a integrar las estructuras del resort en sus alrededores aprovechando las formas que se refieren al movimiento de las olas, en un formato escalonado, con instalaciones orientadas al sur que enfrentan al océano.
El edificio principal del complejo ha sido conformado con tres bloques de dos plantas apilados uno encima del otro. Estas edificaciones han sido escalonadas para mostrar una gran plasticidad de forma y movimiento orgánico en la arquitectura del proyecto.
Esta cascada de edificios cuenta con 115 habitaciones de lujo, 13 suites y un apartamento presidencial. Las transiciones de espacios interiores a exteriores son perfectas con puertas corredizas de vidrio de suelo a techo, patios privados y duchas de mármol al aire libre.
Cada habitación cuenta con una entrada privada, muebles contemporáneos personalizados y arte original de Baja California.
El estudio Sordo Madaleno encargó al artista mexicano César López Negrete, para completar el proyecto, que produjera más de 400 esculturas, fotografías y muebles hechos a mano. En preparación para el proyecto, Negrete viajó por toda la península de Baja California para incorporar el rico patrimonio de la región en su trabajo.
El complejo contiene además una galería de artefactos indígenas, un spa de 900 metros cuadrados, tres restaurantes y espacios y jardínes públicos al aire libre.
La cubiertas ajardinadas son obra de la firma Gabayet 101 Paisaje, las cuales cuentan exclusivamente con plantas del desierto endémicas de Baja California, así como detalles de granito, mármol, piedra de cantera y madera de Huanacaxtle local.
Los pasillos estrechos con plantaciones densas permiten el paso a través de las terrazas, al tiempo que garantizan la privacidad de las habitaciones cercanas. Un club de playa y múltiples piscinas infinitas se encuentran en la parte inferior de la colina.
El extraordinario entorno natural de Baja California, con su paisaje semidesértico en tonos ocres, que contrasta con el azul profundo del Mar de Cortés completa el fascinante marco de este gran proyecto de la firma mexicana.
