El estudio italiano de Carlo Ratti desarrolla un nuevo sistema de climatización para oficinas que controlará ambientes personalizados para cada uno de los ocupantes de la edificación a través de un sistema de monitorizado con sensores de movimiento gracias a una aplicación móvil.
Carlo Ratti, fundador de la firma italiana de diseño Carlo Ratti Associati y director del Senseable City Lab del Instituto de Massachusetts, presenta un nuevo sistema de climatización que consigue crear entornos personalizados para diferentes ocupantes en un edificio tradicional.
El equipo de Carlo Ratti está desarrollando una serie de diferentes tecnologías que permiten la calefacción o refrigeración personalizada. El sistema de oficina 3.0 ha sido diseñado para una oficina en Turín, Italia, un novedoso sistema que utiliza sensores y manda información a los sistemas de calefacción y refrigeración para crear burbujas ambientales personales alrededor del edificio. Los ocupantes podrán fijar su temperatura preferida a través de una aplicación en su Smartphone. Los Fan Coils situados en los falsos techos se activarían por su presencia, creando una "burbuja térmica" que los seguirá alrededor del edificio.
Además de que las personas puedan establecer su propia temperatura ideal para mejorar su estancia en la oficina, el equipo de diseñadores cree que tales sistemas podrían reducir el consumo energético drasticamente, según los cálculos hasta en un 40%, ya que significaría que ninguna energía se perdería en los espacios vacíos de la edificación consiguiendo de esta manera una arquitectura más sensible a la situación actual, una arquitectura mucho más sostenible.
La idea consiste en montar lámparas de infrarrojos con sensores de movimiento en el techo, con capacidad de flexibilidad de inclinación y giro para hacer focos de radiación hacia cada una de las personas mientras pasan por debajo de ellos.
Esta idea nace de un anterior proyecto realizado por el mismo equipo, el Cloud Cast en Dubai, una instalación que utiliza tecnología de seguimiento de movimiento para dirigir nubes de vapor de agua para conseguir refrigerar a la gente. Esta idea llevada a cabo ya en el año 2015, pretende hacer que ciudades como Dubai más vivibles, donde las temperaturas promedio de verano son de unos 40 grados centígrados, sin tener que utilizar grandes cantidades de energía en la climatización de grandes espacios.