Territorio, Símbolo y Arte: El espíritu de los materiales, el espíritu de la arquitecturaTerritorio, Símbolo y Arte: Artículo de opinión del arquitecto Joaquín Sicilia para Arquitectura y Empresa
El primer acercamiento como profesional de la arquitectura al mundo de la “naturación urbana”, lo planteé en los años 90 ante el descubrimiento de elementos vegetales en diferentes cubiertas y espacios de edificaciones antiguas, muchas de ellas incluidas en el ámbito rural. Lo que inicialmente era una sugerencia o el descubrimiento de unos elementos que podrían incorporarse a las edificaciones, pasó a ser la valoración de un material constructivo tan vigente como cualquier otro.
Existen diferentes interpretaciones y valoración sobre la ortodoxia en cuanto a la utilización del término “naturación urbana”.
Yo creo que es un término que define perfectamente la incorporación de las especies vegetales en la ciudad puesto que incorpora conceptualmente todos los valores del paisaje del territorio preexistente y por lo tanto, las presencias que del mismo quedan aun cuando éstas hayan sido desplazadas en la ciudad. Es decir, su carácter simbólico. Es un término que interpreta y define un concepto más amplio que el de simple incorporación de vegetación a las ciudades.
Esta concepción simbólica, además de incorporar la biodiversidad de la naturaleza, incorpora el mundo de las percepciones y sensaciones que cada individuo relaciona en su actividad cotidiana. Nos encontramos ante “las ciudades invisibles” que describe el escritor Italo Calvino. Los beneficios por lo tanto, son múltiples y con efectos multiplicadores como activadores de una auténtica ecología humana.
Todos los actos, expresiones, estados de ánimo que el hombre realiza y le acompañan a lo largo de su vida, tienen consciente o inconscientemente influencia directa con el espacio que les rodea, su territorio y de sus distintos tratamientos: formas, texturas y colores de elementos fijos y muebles.
La arquitectura es relación con la vida en sí misma.
Resulta difícil de entender cómo, de algo tan próximo y necesario al ser humano, se habla generalmente con distancia, incomprensión y las más de las veces con desconocimiento. Esto es quizás algo común a disciplinas como arquitectura y agricultura.
La agricultura, no obstante, ha marcado desde la antigüedad el interés de cada civilización por entender el territorio en el que se asienta.
De forma intuitiva y básica podemos establecer una clara vinculación entre “agricultura” y “arquitectura”, a partir de su consideración como acotación del territorio. Igual que hace cualquier ser vivo que acota su territorio por razones funcionales o simbólicas.
Esta valoración del espacio y de sus vacíos, de las presencias no patentes, de los hallazgos encontrados, son sin duda claves a la hora de entender los valores del territorio y su significado.
Por eso, debemos entender la naturación incorporada a la arquitectura como un material de construcción más, sin duda aquel que es más próximo a la esencia del ser humano, vinculado siempre al territorio, capaz de generar emociones vinculadas al mundo de las sensaciones muy próximo o relacionado directamente con el mundo del arte.
Alexander von Humboldt describía perfectamente este sentimiento en sus crónicas de viaje a finales del S XVIII: “La naturaleza, en todas partes, se dirige al hombre con una voz que es familiar para su espíritu”
Este concepto unido a los innumerables valores técnicos, medioambientales y agroalimentarios, nos muestra la agricultura y la naturación urbana como material, pieza clave de una arquitectura, de un urbanismo, que no se produce como invasor, sino de una forma holística, utilizando el propio paisaje como una fuerza más del mismo que propicia los usos, las funciones, la vida y la relación de las personas.
La arquitectura, el urbanismo no debe de entenderse como integrado en el territorio: debe de nacer del propio territorio, ser y formar parte del mismo.
“Casa del Jardinero Lázaro Vela” Urbanización Montecanal Zaragoza-España.Sicilia y Asociados Arquitectura SL
Si entendemos el territorio como origen de cualquier implantación urbana o arquitectónica, vemos que la naturación debe de incorporarse en todos los escenarios posibles de una u otra forma.
Una concepción de la arquitectura, basada en la vivencia de cada usuario con el espacio o con el vacío, llena de sensaciones y sugerencias, nos aproxima a los materiales de su paisaje cotidiano.
Esta aproximación, se desarrolla en las acciones del urbanismo tradicional a través de la calle que va configurando espacios públicos que acogen equipamientos públicos. En este sentido, la incorporación de la agricultura urbana abre una nueva dimensión (contribuye y favorece por otra parte, a la creación y la presencia del espacio público proyectado verticalmente.
“Jardín Vertical Plaza Delicias” Zaragoza-España.Sicilia y Asociados Arquitectura SL
La propuesta de programas híbridos en edificaciones y “verticalscapes” no son sino recuperación de los conceptos existentes en la naturaleza aglutinantes de biodiversidad.
“Espacio público” Sudán del Norte. Arquitectura Anónima.
“Nuevo Estadio de Fútbol en San José” Zaragoza-España. Sicilia y Asociados Arquitectura SL
Una biodiversidad coherente, logra necesariamente a partir de la interdisciplinaridad a la hora de diseñar bajo aspectos bioclimáticos cualquier espacio.
Debe de contemplar todos los componentes que lo configuran valorando el equilibrio de su presencia en esa especie de concepción termodinámica general de la arquitectura en la que todas las energías acumuladas tienden al objetivo final de su calidad.
El entendimiento del lugar, cobra aquí nuevamente especial importancia y la interrelación de la naturación con las orientaciones del edificio, tanto solares como referentes a los vientos dominantes o cualquier otra presencia, son determinantes.
La vinculación de la naturación a la implantación de sistemas de energías renovables es hoy un elemento de investigación apasionante que va a dar unos frutos espectaculares.
Sicilia y Asociados Arquitectura
