©Tezuka ArchitectsCon más de 20 años de experiencia en el sector, el estudio de arquitectura japonés Tezuka Architects liderado por dos hermanos arquitectos llenos de pasión por la forma y la tradición de su país, son los responsables de un magnífico proyecto de reconstrucción de un centro educativo en una de las localidades japonesas azotadas por el tsunami del año 2011.
Un proyecto que lleva por nombre Asahi, una edificación destinada a la educación de los más pequeños de la población que formó parte de un plan de ayuda de UNICEF tras la catástrofe natural que se llevó por delante su anterior centro.
Para su construcción fueron utilizadas única y exclusivamente técnicas de carpintería tradicional japonesa sin juntas metálicas, técnicas ancestrales que han conseguido hacer que grandes edificios sigan sobreviviendo después de más de 1300 años. En cuanto a materiales, la protagonista es la madera, en esta ocasión fue utilizada la de cedros centenarios, árboles arrasados durante el mismo tsunami que se llevó por delante gran parte de la aldea y que curiosamente fueron plantados 400 años antes después de otro gran desastre natural ocurrido en el año 1611.
Estos árboles solían ser símbolos religiosos de los aldeanos locales, propiedad de Templo de Daiyuji el cual estaba conformado por el edificio principal del proyecto en el que nos encontramos y ubicado en lo alto de la colina, la cual se encuentra a una altura suficiente para evadir los tsunamis que han ido sucediendo en la historia del lugar. Muchos de los aldeanos sobrevivieron gracias a que el sacerdote solía enseñarles a huir hacia el templo.
Cada pieza del edificio Asahi, incluyendo estructura, pavimento y pasamanos, han sido elaborados a partir de la madera de estos cedros. La circunferencia de algunos de ellos superaba incluso los 5 metros, consiguiendo vigas y columnas con secciones de hasta 600 mm x 600 mm.
A pesar de que el proceso de construcción del centro educativo finalizó en el año 2012, cuatro años más tarde, el equipo de arquitectos Tezuka Architects regresó para completar la segunda fase del proyecto. Una ampliación para los hijos de las familias que volvieron a sus hogares tras la catástrofe, en el que fueron utilizados los mismos materiales que en la anterior actuación para mantener la coherencia en todo el lugar y el mismo mensaje de fortaleza y permanencia en el tiempo.
Fotografía, Katsuhisa Kida
