©Todd SaundersProyectos arquitectónicos esculturales con aires minimalistas de la mano del arquitecto canadiense Todd Saunders, el mismo que hoy mantiene su estudio y sede principal en la ciudad noruega de Bergen.
Dentro del panorama internacional de la arquitectura globalizada nos hemos referido varias veces en esta revista a los arquitectos que transitan por los países periféricos y que impregnan sus trabajos de un valioso y original localismo.
De hecho, cuando hemos reseñado en nuestros artículos el excelente plantel actual de arquitectos chilenos hemos señalado la similitud de muchas de sus propuestas con la arquitectura nórdica, con la que comparten paisajes y climas.
Hoy os presentamos a un canadiense, Todd Saunders, criado en Gander, una pequeña ciudad de la isla de Newfoundland y graduado en arquitectura por la Escuela McGill de Montreal.
La arquitectura de Saunders está impregnada de un formalismo minimalista que tiene sus orígenes en su formación previa como escultor. Con una sensibilidad extraordinaria basa su lenguaje en un refinado dialogo con los paisajes extremos de las tierras del Norte.
Saunders construye una gran parte de su obra en madera, con procedimientos tradicionales pero con efectos sorprendentes, llegando a depurar unas geometrías complejas que encajan sin embargo a la perfección con el entorno.
Ahora Todd Saunders reside en Bergen, Noruega. Ha cambiado de continente pero no de latitud por lo que los parámetros circunstanciales de sus proyectos siguen siendo igual de periféricos. Sin embargo ha sido en la Isla de Fogo, un islote pegado a la costa de Newfoundland, en donde Saunders realizó el proyecto que le catapultó a la primera línea mediática.
Fogo es apenas un islote de origen volcánico conocido por los pescadores franceses, portugueses y españoles desde hace siglos. Su nombre parece provenir del portugués fogo (fuego) tal vez debido a los continuos incendios forestales que asolaban esa costa de Terranova en los veranos árticos.
Saunders ha desarrollado allí, en parajes solitarios de una gran belleza, una serie de seis pequeños estudios de artistas. Las condiciones son extremas; asolados por un viento gélido, aislados en la nieve de los duros inviernos nórdicos, los estudios de Saunders se yerguen como un símbolo de la razón humana que muestra su voluntad de resistencia ante el medio más duro y hostil.
En futuros artículos nos ocuparemos de algunos de los proyectos de mayor escala realizados por Saunders ya en Europa.
