Upcycling de un centro comercial

El centro comercial Stop en la ciudad de Oporto, la transformación de un espacio de ventas en desuso en el epicentro de la escena musical alternativa de la ciudad

Upcycling no es una actividad nueva en tu gimnasio, es un nuevo palabro anglosajón de esos que al inicio apabullan pero en pocos meses incorporamos a nuestra conversación con fingida naturalidad. Primo del ya familiar recycling, algunos matices los diferencian. Upcycling es el proceso de transformar productos descartados en nuevos, eso sí, agregando valor añadido y conservando y exaltando las características que los definían en origen. Para simplificar, es un reciclaje creativo, el producto final tiene mayor valor artístico que el objeto origen.

El centro comercial STOP, en la ciudad de Oporto, inició su upcycling particular hace 25 años, cuando ni siquiera el término existía.

Esta superficie de ventas fue inaugurada en el año 1982. 169 tiendas, dos salas de cine, área de restauración y parking subterráneo. Su destino, el mismo que sufren tantos otros edificios de similares características: paulatinamente fue siendo abandonado. Probablemente la construcción de otro centro comercial más moderno, en la periferia, con mayor parque de estacionamiento y rápido acceso, lo condenaron a dejar de ser un referente. Ante la falta de clientes los comerciantes fueron desertando de sus locales. Lamentablemente una historia que nos es a todos muy familiar. En casi todas las ciudades hay un centro comercial Stop, nostálgico y agonizante, en el que se respira dejadez.

Y llegó la primera banda, llegó la música "capaz de curar cualquier enfermedad" como dijo Jimi Hendrix. Jóvenes músicos que necesitaban un local para ensayar alcanzaron un acuerdo con los propietarios del edificio para convertir uno de los locales vacíos en el cuartel general de su grupo. La colonización del espacio ocurrió de manera orgánica y gradual hasta convertir el centro comercial Stop en lo que hoy es llamado la incubadora musical de la ciudad lusa. Son cerca de 400 músicos de muy distintos estilos, del heavy metal al jazz pasando por el hip hop o la música popular, que han hecho de lo que antaño eran tiendas sus salas de ensayo. Este ambiente ecléctico de convivencia en un único espacio genera sinergias y una atmósfera de creación verdaderamente excepcional. Un auténtico vivero de talento y proyectos que se ha convertido en un polo de la cultura alternativa de la ciudad.

Aunque las condiciones distan de ser las ideales por el evidente estado de degradación del edificio, sin duda la capacidad de reinventar el uso de la construcción lo ha salvado de lo que era una muerte anunciada. A pesar de la necesidad de reformas hoy  es un edificio con más futuro que pasado.

Sumamos a la dura competencia entre centros comerciales obsoletos y los recién construídos que la situación de pandemia global ha puesto en causa el modelo priorizándose el consumo de proximidad y la venta online. Una tipología en crisis que debe reinventarse y cuestionar su característico aislamiento de la ciudad y del contexto. Será necesario un extra de creatividad para adaptarlos a la realidad económica y a la demanda del nuevo consumidor. Urge un upcycling de los espacios comerciales desamparados para reconfigurarlos y adaptarlos a las necesidades de la actividad social y urbana del futuro más próximo.

Escrito por Cristina Pino desde OPORTO

Fotografías de Cristina Pino