El humedal proyectado en las zonas comunes del Centro Empresarial Santa Bárbara -CESB- es un ejemplo urbano de la importancia de generar nuevas dinámicas entre los seres humanos y el medio ambiente. La naturaleza y la sostenibilidad son protagonistas en medio de 6 torres empresariales, brindado calidad de vida y espacial por medio de texturas, colores, vegetación, y juegos geométricos y volumétricos
Es indiscutible la importancia que siempre ha tenido, pero de la que hasta hace poco se es consciente, el cuidado del medio ambiente. El generar nuevas relaciones entre el ser humano y su entorno es fundamental, y existen diferentes ejemplos de nuevas dinámicas entre estos dos actores.
Fotografía de Jairo Llano
El proyecto realizado por obraestudio sobre la placa elevada de parqueaderos del Centro Empresarial Santa Bárbara -CESB-, es una muestra de lo relevante y lo estético que es jerarquizar la naturaleza en la ciudad, permitiendo una convivencia armónica con la misma y aumentando la calidad de vida de los usuarios y la calidad espacial urbana y arquitectónica.
Fotografía de Daniel Segura
En aproximadamente 8.300 metros cuadrados, en medio de seis torres empresariales, el espacio comunal abierto al interior de la supermanzana -ubicada entre la Calle 116 y 113 con Carrera 7- bajo el concepto del Humedal de la Sabana presenta un juego de geometrías indefinidas, vegetación, cuerpos de agua, texturas y colores. El espacio evoca un ecosistema intermedio entre lo terrestre y lo acuático, el cual es protegido visual y acústicamente por medio de altos árboles junto a la vía automovilística principal.
Fotografía de Andrés Valbuena
La zona externa del CESB es un referente de sostenibilidad urbana, pues se garantiza la vida de la naturaleza nativa en ella plantada por medio de un sistema de recolección y circulación de agua lluvia que alimenta a su vez el sistema de riego. Asimismo, las bancas se diseñaron para garantizar la ventilación natural de los sótanos, y los materiales utilizados para la conformación del piso fueron elaborados con piedras y maderas naturales locales.
Fotografía de Andrés Valbuena
En medio de este paisaje el juego de la superficie que se levante en formas y volúmenes, junto con las pasarelas en medio del agua, realza el dinamismo del lugar, permitiendo al usuario el goce constante y el factor sorpresa dentro del mismo. La experiencia visual no se agota solamente en el primer plano, debido a que la presencia de colores y vegetación también se encuentra en la cubierta de los volúmenes de la plaza, enriqueciendo la vista superior.
Fotografía de Daniel Segura
Fotografía de Jairo Llano
El humedal en medio de la ciudad demuestra que en el diseño urbano se puede ir más allá, es posible lograr un impacto positivo no solamente a escala local, sino que también se pueden generar cambios a escala zonal e incluso urbana.
Fotografía de Daniel Segura
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.
Fotografías de Daniel Segura, Andrés Valbuena, Jairo Llano