House in the Woods es una rehabilitación de andrea + joan arquitectes de una vivienda rural en Tarragona, España, que apuesta por la arquitectura tradicional como forma más sostenible de establecer una adecuada relación con el territorio
La casa, utilizada por los propietarios como refugio ocasional, se sitúa en un entorno boscoso, que ofrece una intimidad y protección natural a la construcción.
La edificación consta de una planta rectangular y dos niveles en altura sobre rasante rematados con una cubierta a 2 aguas, del cual sólo sobresale un antiguo cobertizo de uso agrícola, adosado a la parte trasera, de reducidas dimensiones y mal estado de conservación.
La intervención aprovecha los muros de mampostería de la planta baja para, una vez mejorado el aislamiento térmico de los mismo añadiendo una capa de acabado interior, realizar una distribución en anillo del programa alrededor de los mismos.
Esta banda alberga la parte más funcional del programa de la vivienda, que incluye el mobiliario de cocina, un sofá rinconero con estructura de obra y la escalera de acceso a la planta superior.
El centro de la planta queda totalmente diáfana, integrando el espacio de salón-comedor-cocina.
Los acabados apuestan por las superficies continuas en una paleta de color gris claro que recubre suelos paredes y techos, proporcionando una continuidad material, aplicando esta capa incluso sobre la cara inferior del forjado unidireccional de vigas de madera y bóvedas cerámicas.
Este revestimiento contrasta, tanto en tono como en textura, con los acabados de madera de carpinterías, mobiliario y pavimento de la escalera.
En este espacio se abre un hueco de paso que conecta el interior con el antiguo cobertizo, que se rehabilita para albergar un baño panorámico, que dispone de un gran ventanal con vistas hacia el paisaje circundante, aprovechando la intimidad ofrecida por el entorno boscoso.
El acabado del baño aporta la nota de color a la vivienda, apostando por un cerámico verde que permite introducir la paleta creada por la vegetación exterior al espacio interior.
La planta superior, delimitada esta vez por muros cerámicos y pilastras, mantiene su compartimentación original, dividida en tres estancias bajo la cubierta a dos aguas de vigas de madera y tablero cerámico, que otorga una altura libre considerable a estos espacios.
Desde el núcleo central, se accede a los dormitorios situados en ambos extremos.
Se mantiene el mismo concepto de intervención, con los acabados continuos que contrastan con el pavimento de madera del espacio central y con la cara inferior de la cubierta, que en este caso deja los materiales vistos.
En el exterior de la vivienda, los arquitectos disponen una pérgola a modo de porche, que permite recuperar una antigua parra, que arrojará en un futuro sombra a este espacio añadido.
Imágenes de Pol Masip
Rehabilitación de arquitectura rural








