El estudio suizo reinterpreta el clasicismo del emblemático Grand Hotel Les Trois Rois con una intervención contemporánea que mezcla teatralidad, eclecticismo y refinamiento sensorial
La reciente intervención de Herzog & de Meuron en el Grand Hotel Les Trois Rois de Basilea reinventa la tradición desde el respeto. El proyecto se centra en la antigua sede del Basler Kantonalbank que data de 1903, integrada al hotel en 2006, y ahora remodelada para dotarla de una identidad propia sin perder la conexión con el conjunto neoclásico original.
Inspirados por la elegancia francesa del edificio principal, los arquitectos introducen un lenguaje contemporáneo que se expresa mediante contrastes deliberados: combinaciones inesperadas de materiales, superficies espejadas, luces sorprendentes y una narrativa espacial que convierte cada planta en una experiencia singular.
El antiguo salón de baile es hoy un restaurante envolvente, articulado en torno a un bar central bajo una instalación escultórica de Gerda Steiner y Jörg Lenzlinger que evoca un jardín surrealista. Nichos elevados junto a las ventanas maximizan las vistas al Rin y al paisaje urbano circundante, mientras que elementos originales como estucos y columnas dialogan con reflejos y luminarias reinterpretadas para generar una atmósfera festiva.
En la primera planta, el salón de banquetes ha sido transformado en un espacio multifuncional gracias a la eliminación de particiones y falsos techos. Aquí, el latón, el terciopelo y la laca blanca brillante articulan un ambiente sofisticado, más cercano a un teatro que a una sala de reuniones convencional.
La Suite des Rois, ubicada en el antiguo apartamento del director del banco, y las junior suites en la tercera planta, destacan por su mobiliario a medida, cortinas modulables y el uso de terciopelo rojo y acabados caoba, en un juego estético que subraya la ruptura con la sobriedad clásica del edificio original.
El nuevo spa en el ático, con baño de vapor y zonas de relajación, incluyendo un salón con chimenea central con vistas al puerto Schifflände, fue diseñado con materiales y detalles arquitectónicos inspirados en los onsen japoneses. Por otro lado, el nuevo espacio destinado al salón de fumadores "The Council", que cuenta con dos chimeneas y sofás rojos que envuelven la estancia, se eliminó el techo existente para crear un espacio de gran altura, con ventanas elevadas y un techo espejado que acentúa aún más la sensación de amplitud. Ambos ambientes completan esta intervención que fusiona historia, lujo y un enfoque lúdico del diseño interior.
Herzog & de Meuron firman así una obra que no teme el contraste, y que convierte la herencia arquitectónica en un escenario contemporáneo de sofisticación y sorpresa.
Fotografías e imágenes cortesía de Herzog & de Meuron
Herzog & de Meuron transforma con audacia el histórico hotel Les Trois Rois








