El pasado 5 de diciembre de 2025 saltó la triste noticia del fallecimiento de Frank Gehry, un arquitecto cuya arrogancia histriónica revitalizó la profesión de la arquitectura, elevando la construcción de edificios al nivel de las más bellas esculturas

El arquitecto Frank Gehry con algunas de las maquetas de sus edificios más relevantes (© Vogue)
Nacido en Toronto (Canadá) en el año 1929, la trayectoria de este arquitecto hijo de inmigrantes canadienses de origen judío ha sido siempre presentada desde su condición de figura individual que se ha hecho a sí mismo.
Como ya mencionara el propio arquitecto en algunas entrevistas, el hecho de jugar con su abuela de pequeño con bloques y recortes de sierra de cinta y sierra de calar con formas extrañas a construir ciudades imaginarias marcó, sin ser consciente de ello, la trayectoria de uno de los mayores genios de la arquitectura del último tercio del siglo XX y los inicios del siglo XXI.

El arquitecto Frank Gehry en diferentes etapas de su vida (© Gehry Partners)
Graduado en arquitectura en el año 1954 por la Universidad del Sur de California, donde se mudó con sus progenitores en el año 1947, Frank Gehry comenzó su trayectoria profesional de la mano de diversos estudios de arquitectura en el año 1952 para, finalmente, fundar su propio despacho en Santa Mónica en 1962.

Oficinas de Gehry Partners en la actualidad (© Gehry Partners)
El trabajo en estudios como Víctor Gruen Associates le permitió familiarizarse con la arquitectura comercial y con los principios del urbanismo moderno. Esta base de trabajo, sumada a su curiosidad científica, la pasión por la NASA y su relación con galeristas y artistas, le permitió comenzar a cuestionarse los principios de la arquitectura moderna, de la cual hizo buena gala en sus primeras obras, donde las líneas limpias y el empleado de materiales económicos y la sensibilidad localista eran los grandes protagonistas.

Bocetos iniciales de Frank Gehry para el Museo Puente de Vida de Panamá (@ Gehry Partners)
Su interés por el arte y la inquietud que este le generaba queda claramente plasmada en las diferentes colecciones de mobiliario que fue desarrollando a lo largo de su vida. Obras como las Easy Edges, una colección de muebles de cartón que el propio arquitecto diseñó entre 1969 y 1973, o la colección de lámparas Fish and Snakes que diseñó en 1983, nos esbozan hacia donde girará su arquitectura con el paso de los años.

Muebles de la colección “Easy Edges” desarrollada por Gehry entre 1969 y 1973 (© The Millie vintage)
El principal punto de inflexión en su trayectoria profesional lo marca la remodelación de su casa de Santa Mónica en el año 1978. El deconstructivismo se apoderó de manera insólita de una vivienda unifamiliar que, repentinamente, se vio.
Esta obra fue la que posicionó al Gehry como arquitecto en una nueva dimensión crítica que cuestionaba la uniformidad de la arquitectura que se estaba realizando en aquel momento, buscando con ello generar un nuevo lenguaje arquitectónico lleno de tensiones, rupturas y contrastes.

Casa de Frank Gehry en Santa Mónica (© Alex Fradkin)
Los años ochenta fueron tiempos de consolidación de una carrera en claro ascenso no solo a nivel local, sino también a nivel internacional, en la que se sucederían publicaciones de monografías, entrevistas, obras y el galardón más preciado del mundo de la arquitectura, el Premio Priztker, el cual fue otorgado a Gehry en el año 1989.
Este auge y la mirada disruptiva de un arquitecto cada vez más osado fue la que hizo que desde el País Vasco se levantará el teléfono para ponerse en contacto con Gehry y proponerle el diseño de una obra que le encumbraría como uno de los maestros de la arquitectura más relevantes de nuestro tiempo, el Museo Guggenheim de Bilbao. La ciudad de Bilbao necesitaba de una reconstrucción tras el abandono de la condición industrial de su ría y el recientemente nombrado premio Pritzker parecía el indicado para lograr tamaño reto.

Vista del Museo Guggenheim desde la ría de Bilbao (© Metalocus)
El edificio es icónico no únicamente por el diseño empleado para el mismo, sino también por la incorporación de herramientas digitales avanzadas como el software CATIA, proveniente de la industria aeronáutica, que permitió a Gehry llevar a cabo una composición espacial jamás vista hasta el momento.
La característica forma que se enfrenta a la ría bilbaína con una forma de barco recubierto de un número infinito de “escamas” de titanio que conforman la piel de este edificio, se compensa con la manera de relacionar el edificio en su parte posterior con el entorno próximo de la ciudad. Un icono para ser visto desde la ría, un edificio completamente funcional a nivel de uso y urbano y un espacio interior que a nadie pasa desapercibido.

Imágenes de “CATIA”, el software empleado por Frank Gehry para el diseño de sus edificios (© Metalocus)
La inauguración del Museo Guggenheim en el año 1997 sintetizaba de manera clara el salto conceptual y tecnológico de la obra de Gehry que, a comienzos del siglo XXI, expandiría su relevancia con obras de gran complejidad técnica como el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles, el Centro Stata del MIT y la Fundación Louis Vuitton de París

Fundación Louis Vuitton en París, diseñada por Frank Gehry (© Metalocus | Fondation Louis Vuitton)
Figura de la arquitectura mundial, su relevancia llego a tal punto que una de las series de televisión más icónicas le dedicó un capítulo, pues es en el año 2005 cuando la figura de Frank Gehry apareció en el episodio “The Sever-Beer Snitch” de la serie “The Simpsons”, en la que el propio arquitecto se interpreta a sí mismo.

Capítulo de “The Simpsons” que tiene como protagonista al arquitecto Frank Gehry (© Metalocus)
Si bien la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao fue su obra más relevante en España, y posiblemente también a nivel internacional, las manos de Gehry ya dejaron huella en nuestro país con el diseño de “El Pez Olímpico”, diseñado para la Villa Olímpica de los JJOO de Barcelona 92’.

“El Peix”, escultura diseñada por Frank Gehry para la Villa Olímpica de Barcelona 92’ (© Metalocus)
Sin embargo, su relación con nuestro país no quedó ahí, y sus brillantes manos e innovadores métodos de diseño volvieron a pasar por nuestro territorio para llevar a cabo las bodegas del Marqués de Riscal en Elciego (Álava), un edificio que combina el diseño arquitectónico con los colores del vino en su fachada, generando un dinamismo aún mayor si cabe.

Bodegas del Marqués de Riscal en Elciego, Álava, diseñadas por Frank Gehry (© Ayuntamiento de Elciego)
Galardonado con el León de Oro de la Bienal de Venecia en 2008, el Premio Príncipe de Asturias en 2014 o la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos en 2016, la trayectoria de este arquitecto que revitalizó la arquitectura al mismo tiempo que desconcertaba a muchos de los arquitectos de su tiempo ha llegado lamentablemente a su fin, pero sin duda ha dejado una huella que el paso del tiempo no podrá borrar de nuestra memoria.
Fotografías de Gehry Partners, Vogue, Metalocus, Diario Público, The Millie Vintage, Alex Fradkin y Ayuntamiento de Elciego
Fallece Frank Gehry, un icono de la arquitectura contemporánea










El arquitecto que convirtió las curvas imposibles en lenguaje propio. Un creador que hizo de la arquitectura emoción, sorpresa y polémica. Hoy vale recordarlo con cariño y agradecimiento en este. By estudio OVACEN
Gracias Pau por tu comentario. Saludos