CIUDADES: LONDRES Y LOS RASCACIELOS

230 nuevos rascacielos en Londres

El debate está servido, más de 230 rascacielos están en proyecto en Londres. La capital inglesa puede convertirse en un Gotham, con un nuevo skyline más propio de Sanghai o Dubai que de la vieja urbe victoriana.

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El debate está servido, más de 230 rascacielos están en proyecto en Londres. La capital inglesa puede convertirse en un Gotham, con un nuevo skyline más propio de Sanghai o Dubai que de la vieja urbe victoriana.


Como ocurre en todas las ciudades que poseen un frente acuático, sea marítimo o fluvial, la presión especulativa se centra fundamentalmente en este lugar, por lo que las orillas del Támesis se están transformando de forma acelerada. Los medios de comunicación han entrado de lleno en el debate y se han creado ya múltiples asociaciones críticas con este proceso que han comenzado a intervenir.





Arquitectos, escritores, personajes relevantes de la vida pública británica están tomando posiciones de forma acelerada, interviniendo en esta importante polémica sobre el futuro arquitectónico de la urbe. Y es que la ciudad europea, construida a lo largo de los siglos, llena de grandes hitos monumentales, que destacaban en un conjunto edilicio de escala reducida, con su trama de calles, plazas y jardines, que permite un tipo de vida, de relación, de percepción de los espacios, radicalmente diferente de la ciudad americana o de las urbes asiáticas creadas, no puede verse devorada por un concepto de la modernidad mal digerido.



Sabemos hoy en día, décadas después de los congresos CIAM, con las propuestas corbuserianas, que la ciudad concentrada en altas torres, rodeadas de vacío urbano y surcada de autopistas, es inhabitable. Ya tuvimos ese debate en los años ochenta, cuando arquitectos y sociólogos como Krier o Rossi nos redescubrieron la ciudad europea a través de un movimiento, el postmodernismo, que género una mala arquitectura tecnoneoclasica, pero acertó en sus consideraciones críticas.





Eran otros tiempos, otro humanismo que ha sido definitivamente barrido por la globalización y por el éxito de las economías emergentes. El capitalismo ha acelerado sus dinámicas al ritmo frenético del desarrollismo de las nuevas ciudades asiáticas o árabes. Ciudades surgidas de la nada, sin preexistencias que respetar, con el propósito nada oculto de servir de iconos de ese nuevo orgullo de los países emergentes que miran incluso por encima del hombro a los viejos (literalmente hablando) países occidentales.



Cada vez más alto, cada vez más tecnológico, cada vez más impactante, esa es la carrera, la actual competición de los nuevos ricos. Y son los arquitectos occidentales, hijos de una cultura de la mesura y la escala humana, los que paradójicamente están construyendo esos nuevos modelos de ciudad desestructurada. Y como ese es el símbolo del nuevo éxito económico, es lógico que nos deslumbre y qué, cómo un boomerang, nos vuelva rebotado.



¿Es una ciudad sin rascacielos el ejemplo del fracaso del viejo mundo? Se entiende así la presión que están sufriendo nuestras ciudades y muy especialmente Londres. Ante esta situación se impone el análisis y la cordura. No podemos destruir de un plumazo la relación de escala de la ciudad europea. No podemos sepultar a San Pablo bajo un bosque de rascacielos minimizando su magnífica dimensión, ni olvidar que las viviendas en altura no son agradables para el usuario, son más bien un derroche económico y generan aislamiento. Pero eso es compatible con el crecimiento periférico de nuevas áreas de negocio pobladas por rascacielos o incluso con la construcción de edificios en altura simbólicos, de gran calidad arquitectónica y emplazamiento cuidadosamente elegido. Se puede, definitivamente preservar la calidad ambiental de la ciudad europea, sin renunciar a la modernidad más impactante. Como siempre, lo más importante es que las decisiones sean tomadas por el mayor número de personas y tras la intervención de los mejores expertos.

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1 Comentario
Imagen de Anónimo
230 nuevos rascacielos en Londres

Esta llegando la hora en que las grandes ciudades, medianas y pequeñas, crescan verticalmente y no horizontal, Tambien esta llegando la hora en que los edificios nuevos que se construyan en las proximas decadas sean ecologicas e inteligentes.

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