Adiós a la arquitectura High Tech de Richard RogersEl pasado sábado 18 de diciembre falleció a los 88 años el arquitecto italo-británico Richard Rogers, uno de los grandes arquitectos del estilo High Tech en la arquitectura de los años setenta
Rogers, Medalla de Oro del RIBA en 1985 y Premio Pritzker en 2007, fue un prestigioso arquitecto que colaboró con los grandes de la arquitectura. En sus inicios se asoció con Norman Foster donde sus diseños de alta tecnología pronto le otorgaron una gran reputación. En 1967 se unió Renzo Piano con quien construiría una de sus obras más recordadas, el Centro Georges Pompidou de París en 1971. También trabajó en españa en la nueva terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas en colaboración con Antonio Lamela.
Pero si todos recordaremos a Rogers, sera por el Edificio Lloyd's de Londres, un claro ejemplo de la arquitectura High Tech que más caracterizó al arquitecto.
El High Tech es un estilo arquitectónico que se desarrolló durante los años setenta; una estética industrial donde cobra protagonismo la exposición de componentes técnicos y funcionales de la construcción. La "tecnología" debe pasar al exterior y ser expuesto: estrucutra portante, conductos de ventilación, escaleras mecánicas, ascensores, etc.. El vidrio y las estructuras de acero son el lienzo donde se desarrolla este estilo arquitectónico que pone en valor los elementos prefabricados.
El Lloyd's fue un edificio innovador en el Reino Unido, no sólo por sus doce ascensores panorámicos de vidrio, los primeros de este tipo instalados en el país, sino por mostrar sus instalaciones y servicios al exterior: escaleras, ascensores, conductos de electricidad y el sistema de suministro de agua permitió liberar el interior, creando un espacio totalmente diáfano.
El edificio se sitúa en el número 1 de Lime Street de Londres, en una parcela de forma irregular. El proyecto se define como un gran espacio central rectangular al que se le adosan en los laterales tres torres principales y tres torres de servicios. En este espacio, un atrio de 60 metros de altura iluminado por una gran bóveda de vidrio suspendida de una estructura metálica, se encuentran las escaleras mecánicas que comunican las cuatro primeras plantas del edificio; al resto de plantas superiores solo se puede acceder mediante los ascensores exteriores dispuestos en los núcles de comunicación.
