Alojamientos rurales aptos para la nueva realidad: Elsewhere Hudson Valley en Livingston, Nueva YorkElsewhere Hudson Valley es un complejo hotelero diseñado por WOJR, inmerso en el paisaje rural de Livingston, una ciudad a 160 km al norte de de Nueva York, premiado el pasado marzo de 2020 en los Progressive Architecture Awards.
Se accede al lugar a través de un camino que conduce desde la carretera principal hasta el aparcamiento, situado en la parte exterior del complejo.
Un potente muro ciego de fábrica de ladrillo gris delimita el recinto, produciéndose el acceso a través de una galería abovedada que corono el arranque de un sendero que se introduce en la naturaleza situada al otro lado, invitando al visitante a entrar como si de un cuento se tratara.
El alojamiento rural, con un total de 430 m2 construidos, cuenta con un total de 6 cabañas independientes, diseminadas en mitad del huerto donde se ubican, separadas unas de otras garantizando la privacidad y el distanciamiento entre sus ocupantes, disfrutando de sus propios terrenos entre los árboles. Están conectadas por estrechos caminos que recorren la parcela, comunicando cada una de las unidades residenciales con el acceso y con el pabellón de espacios comunes, situado junto al mismo.
El pabellón de entrada marca su presencia desde el exterior, creando un volumen que parece emerger del muro, ejerciendo de transición entre exterior e interior, conectando ambos gracias a dos grandes ventanas cuadradas situadas en fachadas paralelas.
En su interior se encuentran los espacios de relación entre los huéspedes, un pequeño estar con una amplia mesa de comedor, una cocina y un aseo de servicio.
Las cabañas individuales se desarrollan en una pastilla rectangular estrecha en planta baja, que alberga un espacio diáfano con un mueble fijo perimetral que integra tanto los espacios de día, como la zona de estar y la cocina, como una cama de matrimonio, situada junto al baño, el único espacio compartimentado.
Grandes ventanales se abren en todas las fachadas permitiendo disfrutar del huerto cercano, embebiendo al visitante en el naturaleza circundante.
Desde esta pieza base emerge una torre de dos pisos de planta romboidal, a la que se accede por una escalera de caracol.
En el primer nivel este volumen comunica con una terraza exterior que ocupa parte de la cubierta plana de la planta inferior. Desde ella, se disfruta de las vistas a mayor altura, sobrepasando el alcance de los árboles frutales cercanos. La ligera baranda, resuelta con una malla anclada de un pasamanos metálico, no obstaculiza en ningún momento las vistas del paisaje.
En cada cabaña esta torre dispone sus huecos en distinta posición, permitiendo disfrutar de las vistas del paisaje a la vez que garantizando la privacidad de cada huésped.
En la última planta, se encuentra un espacio dotado con una bañera exenta desde donde disfrutar de un relajante baño en plena conexión con la naturaleza, gracias a la disposición de grandes ventanales situados junto a la misma.
La materialidad escogida para el cerramiento exterior de las cabañas establece un armonioso lenguaje tanto con el muro perimetral y el pabellón de acceso, como con la naturaleza circundante, gracias al uso de grandes "tejas" de madera grisáceas.
Los acabados interiores optan por la misma materialidad, la madera contrachapada, pero con un tono claro más natural que otorga una sensación de calidez al espacio.
