Madre Selva es un homenaje al bosque, a la abundancia de la naturaleza, en donde la intervención humana busca relacionarse armoniosamente, sin robar el protagonismo, con el entorno. Como resultado se tiene un proyecto residencial que se encuentra sumergido en más de noventa mil metros cuadrados de flora y fauna cuyos espacios logran una conexión real del usuario con lo que lo rodea
Uno de los grandes retos que tenemos los arquitectos es acercarnos a un entorno sin ser recordados por ser los causantes de un deterioro o empobrecimiento de este. No es lo mismo, claramente, diseñar un conjunto residencial en pleno centro urbano cuyos vecinos seguramente serán otras edificaciones, que implantarse en medio de la espesura del bosque, en donde las entidades que te rodean hacen parte de la majestuosa flora y fauna.
Madre Selva, construido en el año 2021 en Medellín, es un proyecto residencial que se encuentra sumergido en más de noventa mil metros cuadrados de bosque, con toda la responsabilidad que esto implica. ¿Cómo ubicarse en un entorno tan sublime sin generar un impacto negativo? La respuesta que ALH Taller le dio a esta incógnita fue la de una arquitectura ligera y armoniosa, realizada en su mayoría con materiales naturales y de tonalidades neutras.
Las cinco torres que componen el conjunto, con seis apartamentos cada una, se conforman con 3 piezas principales: el punto fijo central en madera con forma ovalada que se une por medio de pasillos cubiertos y cerrados con dos alas -cada una con tres apartamentos-, con piel de ladrillo y con cubierta a dos aguas en teja negra.
Otros materiales utilizados en el complejo fueron el acero, el concreto, el vidrio y la piedra. Cada detalle de la arquitectura y del diseño interior es pensado cuidadosamente con el fin de generar una relación simbiótica entre la localización y el proyecto, consintiendo un paisaje holístico, en donde la protagonista siempre será la naturaleza.
En total se manejan tres tipologías de espacios habitacionales a los que se les suman las zonas comunes que incluyen una zona húmeda, una biblioteca y el área BBQQ- enriqueciendo la experiencia de vivir en medio del bosque-. La disposición de las torres se realizó de tal forma que las visuales internas aprovechen al máximo la vegetación circundante. Las unidades se unen entre ellas por senderos vehiculares y peatonales que conforman un circuito en medio del verde.
Como bien lo indica su nombre Madre Selva es un homenaje al bosque, a la abundancia de la naturaleza, en donde la intervención humana busca relacionarse armoniosamente, sin robar el protagonismo, con el entorno. Como resultado se tienen espacios donde el usuario logra una conexión real con lo que lo rodea, una experiencia realmente necesaria siempre y sobre todo en el momento de su construcción (la pandemia DE COVID-19).
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.
Fotografías de ALH Taller