Arquitectura, Tierra y Espacio se entrelazan en este proyecto con vocación de centro social, cultural y científico, con una esencia claramente futurista que nace de una referencia de hace casi 100 años
En una primera impresión, puede parecer que este centro cultural, con un fuerte carácter futurista y espacial, parece descontextualizado en el entorno centroeuropeo rural de Vitanje (Eslovenia). Sin embargo, esto cobra sentido cuando sabemos que en esta ciudad vivió Herman Potocnik Noordung, el primer teórico del espacio.
Noordung escribió en 1.929 su libro “El problema del viaje espacial – el motor del cohete”. En él, describía una rueda habitacional para la primera estación espacial geoestacionaria, en cuyo diseño conceptual se basa el diseño de este proyecto.
Este edificio nace como Centro Cultural de Tecnologías Espaciales de Europa (KSEVT), y pretende complementar los servicios culturales y sociales de la localidad, con un programa que incluye exposiciones y eventos culturales, conferencias y actividades científicas relacionadas con la “culturización del espacio”.
A nivel formal, el edificio se percibe como dos órbitas o anillos contrapuestos y entrelazados que ascienden progresivamente desde la base creando unas rampas continuas hasta su coronación. La contraposición de estas órbitas produce sensación de movimiento, en referencia al diseño de Noordung, cuya rueda habitable debía ser giratoria para crear gravedad artificial con la fuerza centrífuga.
A nivel estructural, el edificio se sustenta en una estructura circular y monolítica de hormigón, anclada al terreno y con su planta inferior enterrada en él. En torno a ella se articulan los anillos giratorios, que a su vez seccionan la planta circular en otra serie de círculos que se entrelazan y articulan entre sí, intercalando el programa.
En referencia al uso del edificio, tiene dos entradas: una principal al espacio central desde la plaza, y una entrada secundaria desde el lado opuesto. La entrada principal cubre la parte que sobresale del anillo inferior, y conecta el vestíbulo con el interior de la sala principal. Esta entrada tiene un acristalamiento que puede abrirse para conectar completamente el edificio con el exterior. La sala principal tiene capacidad para 300 personas, y se encuentra rodeada a ambos lados por una rampa semicircular que marca el inicio del itinerario expositivo, que continua en ascenso por el recorrido del cilindro mayor hacia la parte superior. También se dispone una pequeña área de oficinas a lo largo de la rampa. El espacio de exposición concluye con una sala polivalente y un auditorio menor, elevado sobre la sala principal. En el cilindro más pequeño se dispone la zona del club reservada a los investigadores de la historia de la tecnología espacial, con una separación más definida.
Respecto a la materialidad, se observa la dicotomía entre el hormigón armado (lo másico, pesado, terrenal) y el metal y vidrio (lo ligero, tecnológico, relacionado con la estética espacial). Desde la perspectiva exterior, el hormigón permanece invisible, anclado al terreno, como las raíces de un árbol de las que parten las órbitas de chapa metálica, separadas de la base por planos de vidrio. Esta estética puede referenciar a la desmaterialización del edificio conforme se desprende de la tierra en su ascenso en órbitas circulares.
Desde el interior, el hormigón se halla más presente, generando llenos y vacíos mediante sus pasillos y agujeros circulares iluminados, que asemejan el cosmos. Se observa cómo el recorrido se oscurece progresivamente, desde el espacio luminoso de la sala principal hasta la zona oscura de la exposición, sumergiendo al visitante en la atmósfera oscura del espacio. La materialidad y equipamiento del edificio son sencillos, otorgando el protagonismo a la forma y su simbolismo.
El tamaño y proporciones del edificio se encuentra completamente desconectado de las casas de la población, constituyéndose como hito significativo en la localidad. Su cercanía a la iglesia principal simboliza la contraposición de ciencia y religión.
Respecto a los autores, el proyecto es el resultado del trabajo en colaboración de cuatro oficinas de arquitectura: Dekleva Gregoric Arhitekti, SADAR + VUGA, OFIS architects y Bevk Perović arhitekti. Esta colaboración surgió de la reunión inicial del inversor con todas ellas, en las que las invitó a competir internamente. Finalmente, decidieron llevar a cabo el proyecto en conjunto y compartiendo el proyecto en las diferentes etapas de desarrollo entre todas.
INFORMACIÓN DEL PROYECTO
Ubicación: Cesta na vasi, Vitanje, Slovenia
Área: 5.175 m2 de parcela – 2.505 m2 construidos
Estado: inicio proyecto 2009 – inicio construcción 2010 – Finalización 2012
Arquitectos:
Fotografías de Tomaž Gregorič and Miran Kambič