Casa en Dolores Heights, obra del estudio de arquitectura jones | haydu, transforma una edificación antisísmica en un espacio fluido, escalonado y armónico, capaz de integrar las impresionantes vistas del centro urbano así como de la naturaleza que rodea la casa
Ubicada en el pintoresco barrio de Dolores Heights, en San Francisco, esta vivienda resalta por su diseño innovador que combina modernidad con la singularidad del paisaje que la rodea. Con vistas impresionantes de la ciudad y de la Torre Sutro, la remodelación del hogar fue concebida para fusionar funcionalidad y estética, creando un espacio de vida que refleja tanto el contexto urbano como la conexión con la naturaleza circundante.
El proyecto, obra de la firma de arquitectura jones | haydu, fue una colaboración con Kevin Sawyers de Sawyers Design, quien es copropietario de la residencia. La casa original, una cabaña antisísmica, había sido ampliada en varias etapas, resultando en espacios desarticulados. El objetivo del rediseño era transformar estas áreas disonantes en un conjunto fluido y armonioso, manteniendo una relación estrecha con el terreno y el entorno.
La circulación de la casa está organizada en un eje recto que asciende hacia la entrada principal, estableciendo una conexión visual constante con el paisaje. En un extremo, la vista se dirige hacia la Torre Sutro, mientras que en el otro se enfoca en un majestuoso ciprés de Monterrey, anclando la relación entre el interior y el exterior de la vivienda.
El diseño de la residencia se caracteriza por formas que se intercalan y anidan entre sí. Esta disposición espacial se refleja tanto en la paleta de colores del interior, como en el uso de materiales de toda la edificación: cedro, metal y panel cemento, que armonizan con el plano abierto y fluido de la casa. La parte delantera del edificio destaca por un ascenso de formas que evocan la arquitectura vernácula de la ciudad.
De la misma forma, el interiorismo de la vivienda, así como los elementos decorativos, mantienen la línea de estilo de la fachada consiguiendo de esta manera un diseño global. Sencillez y eclecticismo, especialmente reflejado en la elección de colores y texturas, una mezcla que confiere un ambiente relajado y actual sin dejar de lado la elegancia de las líneas minimalistas.
Un elemento destacado de la edificación es una jardinera que se eleva casi 2’5 metros sobre la fachada, ofreciendo tres perspectivas distintas del entorno natural. Desde el chimenea exterior hasta la plataforma en el tejado, el diseño integra el concepto de un bosque urbano, brindando al interior una experiencia única de inmersión en la naturaleza rodeada por la impresionante ciudad de San Francisco.
Fotografía de Matthew Millman