La Fundación Biscozzi Rimbaud de Arrigoni Architetti consigue el Premio Gubbio 2024, destacan la intervención delicada sobre el patrimonio histórico y una profunda comprensión del equilibrio entre tradición e innovación
Situada en el centro histórico de Lecce, Apulia, la nueva sede museística de la Fundación Biscozzi Rimbaud representa un ejercicio magistral de intervención arquitectónica sobre el patrimonio existente. La obra del estudio Arrigoni Architetti ha sido galardonada con el Premio Gubbio 2024 - Italian Section, importante premio que reconoce los mejores proyectos de reutilización y valorización del patrimonio existente en ciudades y territorios de interés histórico. Este proyecto destaca por su capacidad de insertar un museo contemporáneo en una antigua domus cum curte, tipología característica de la Grecia Salentina. Se trata de un edificio anónimo, parte del tejido arquitectónico de la ciudad, con un patio delantero y un jardín en la parte posterior del solar.
La intervención, desarrollada entre 2018 y 2021, se fundamenta en un principio de continuidad que rehúye tanto el mimetismo como el protagonismo contemporáneo excesivo. Los arquitectos Fabrizio y Marco Arrigoni han aplicado lo que ellos denominan innovación sutil, siguiendo el precepto del arquitecto y teórico de la arquitectura italiano, Camillo Boito. Boito era partidario de la restauración filológica basada en la reconocibilidad de la intervención, el respeto por las adiciones de valor artístico añadidas a lo largo del tiempo y la protección de los signos del paso del tiempo. El resultado es una intervención contemporánea que preserva y no traiciona la esencia del edificio preexistente.
El programa arquitectónico se distribuye estratégicamente en dos niveles. La planta baja alberga las funciones de soporte museístico: el foyer de ingreso, las salas de estudio, los espacios para actividades didácticas y las salas para exposiciones temporales. Estos espacios se articulan en torno a un patio interior donde un naranjo amargo y un banco corrido en piedra crean un espacio para las pausas contemplativas.
El piano nobile, o planta principal del edificio, se dedica íntegramente a la colección permanente, organizándose en doce salas que conforman un recorrido circular. La intervención unifica estos espacios que son diversos tanto en forma como en dimensión, mediante un tratamiento homogéneo de las superficies. Los paneles con marcos de hierro patinado generan un fondo neutro pero muy refinado para las obras de arte expuestas y recuerdan la arquitectura del maestro Carlo Scarpa. Además, los arquitectos han introducido sutiles aperturas en los muros que conciben visuales inesperadas entre los espacios, enriqueciendo, de esta forma, la experiencia museística.
Un aspecto destacable de la intervención es la sofisticada utilización de los materiales. Los arquitectos han empleado materiales tradicionales como el castaño y la piedra de Soleto para pavimentos, y piedras calcáreas locales para el revestimiento de muros recientes, junto con revocos de cal. Esta selección de materiales establece un diálogo respetuoso con la tradición constructiva local y, al mismo tiempo, incorpora soluciones constructivas contemporáneas.
La circulación vertical se resuelve mediante una nueva escalera iluminada cenitalmente que sustituye a la antigua escalera exterior. El recorrido culmina en un pequeño patio colgante que da acceso a la terraza de cubierta, configurada como un mirador urbano que permite contemplar la cercana iglesia de Santa Maria della Provvidenza.
El proyecto destaca por su capacidad para integrar las distintas capas históricas del edificio. Como ha señalado el jurado del Premio Gubbio: “la intervención resulta particularmente relevante en un contexto urbano que sufre de sobreturismo y excesiva comercialización. La introducción de un programa cultural de alto nivel en un edificio modesto desde el punto de vista arquitectónico demuestra cómo el patrimonio histórico puede revitalizarse sin recurrir a gestos grandilocuentes”.
La metodología proyectual de Arrigoni Architetti está documentada en sus pequeños cuadernos de trabajo que forman parte de la exposición. El conjunto de dibujos y esbozos revela un proceso de diseño que entrelaza referencias históricas, análisis contextual y soluciones técnicas y constructivas. Este particular enfoque ha permitido crear el espacio de la fundación que, en palabras de los arquitectos, logra "una ostensión que huye de la ostentación", estableciendo un delicado equilibrio entre la preservación de la memoria arquitectónica y las necesidades funcionales contemporáneas.
Escrito por Aina Pérez i Verge desde Turín
Fotografías de Dario Borruto